El partido comenzó con los dos equipos en una dinámica negativa y con malos porcentajes, se notaba en las caras de los jugadores cierta decepción por no haber disputado la final. Nando de Colo era el jugador más destacado de la selección francesa y a base de triples estaba liderando a los galos. Por el lado Serbio destacaba Bjelica, que se encontraba muy activo penetrando en la defensa de la selección francesa una y otra vez. Las imprecisiones estaban siendo una constante a lo largo del partido y el equipo serbio perdía bastantes balones. Cuando parecía que los locales se estaban escapando en el marcador, un triple y dos tiros libres empataban el luminoso.

El segundo cuarto comenzó con los titulares franceses, los balcánicos comenzaban el periodo como lo habían terminado, anotando una canasta y poniéndose en cabeza. Los robos y las faltas eran constantes, pero en el marcador estaba destacando una gran igualdad entre los dos conjuntos. Las defensas estaban siendo claves en las dos plantillas y el partido lo ganaría quien mejor se encontrase en zona defensiva. Hay que alabar la actitud del público galo que dio una sonora ovación a Batum con el objetivo de levantarle el ánimo después de los tiros libres fallados contra España. En el equipo serbio, Stefan Markovic anotaba dos triples desde una posición muy alejada. Una auto canasta de Nemanja Bjelica se convertía en la anécdota del encuentro y se saldaba con la sonrisa del jugador de los Minnesota Timberwolves. Pese a que el partido estaba muy igualado, los visitantes estaban teniendo un claro problema de faltas y a 4 minutos del final, ya se encontraban en bonus. El último tirón francés hacía que se colocasen nueve puntos arriba. Un gran problema para el combinado serbio era Milos Teodosic, que acabó la primera parte sin anotar una canasta. Los franceses y los balcánicos se marchaban al vestuario con un marcador de 37-32.

Rudy Gobert inauguraba la segunda parte anotando un tiro libre y acto seguido, su compañero Nando de Colo estiraba el marcador hasta llevarlo al 40-34. Francia se estaba mostrando muy superior y es que solo Bogdan Bogdanovic y Nemanja Bjelica estaban dando la cara. La cruz Serbia estaba siendo Teodosic, que seguía sin anotar y se le notaba desolado por no participar en la final del Eurobasket 2015. La selección balcánica estaba muy cargada de faltas y Bogdanovic llevaba tres cuando quedaba mucho partido por delante. Una desolada Serbia se hundía poco a poco y se notaba que Francia tenía más ganas de alzarse con la victoria. La defensa gala estaba rompiendo y con su presión había provocado 13 pérdidas, la afición local ya acariciaba el bronce.

La buena noticia para los visitantes era que, pese a estar jugando un partido espantoso, seguían estando a 13 puntos en el marcador. A 7 minutos del final, Francia se encontraba en bonus y esto pudo haberle causado problemas. Probablemente el partido hubiese estado más igualado si los tiros exteriores del equipo dirigido por Evgeny Pashutin hubieran entrado. El interminable Gobert estaba causando estragos y era capaz de ganar el partido el sólo. La exibición del de los Utah Jazz estaba siendo estratosférica, reboteaba, taponaba y anotaba constantemente. A 2 minutos del final, Francia solo tenía que esperar a que pasasen los minutos y el público celebraba la medalla. El partido finalizó con un marcador de 81-68 y con la medalla de bronce colgada en los cuellos de los jugadores franceses.

Sin lugar a duda el mejor del partido fue la afición francesa que aplaudió a todos los jugadores pese a no conseguir el objetivo de llegar a la final. El partido terminó con la afición y los jugadores cantando la marsellesa a capella unidos por un mismo sentimieniento.