La gran final. Los patrios comandados por un Gasol imperial frente a unos lituanos batalladores y con una enorme calidad individual. Duelo por todo lo alto en un abarrotado Métropole Arena que comenzó con las pulsaciones muy aceleradas. La Ñ tiraba de veteranía en las finales y cada posesión terminaba en canasta, como las entradas a aro de Llull. A cambio los bálticos mostraban excesivo nerviosismo y perdían balones. Parcial inicial de 8-2 y tiempo muerto de Kazlauskas. Conscientes de la superioridad en pista, los españoles agotaban posesiones y jugaban con el tiempo, ajustando el timing.

Primeras rotaciones por ambos bandos. En los patrios entraban en pista Sergio Rodríguez y Víctor Claver. Más allá de los cambios el ritmo del duelo se basaba en lo mismo: tranquilidad en las posesiones y doblar balones interiores. Pau comenzaba a aportar puntos, lo que estaba rematando a los verdes. Lituania intentaba abrir la pista jugando a las cuatro esquinas, pero seguía comentiendo fallos técnicos como pasos. Pese a ello los lituanos se repusieron un poco con el mate de Kuzminskas. Final del primer cuarto con un contundente 19-8 para los de Scariolo.

La Ñ toma ventaja

En el segundo parcial ambos conjuntos pusieron muchos suplentes en pista. Necesario refresco a los titulares e intento de los lituanos de cambiar la deriva del duelo. Pese a ello España seguía dominando en las marcas individuales. Importantes puntos de Rudy Fernández, que pese a seguir con evidentes molestias en la espalda tiraba de calidad y pundonor para convertirse en máximo anotador. Los bálticos se estaban electrocutando ante el enorme partido de la Ñ, y seguían perdiendo balones, agarrotados por la enorme presión.

Los siguientes minutos se perdió un tanto la intensidad defensiva. Ambos conjuntos anotaban con demasiada facilidad, por lo que aunque los españoles seguían dominando, los lituanos empezaban a sentirse más cómodos en pista. Un elemento peligroso que pareció cortar de raíz el triple desde la esquina de Nikola Mirotic. La Ñ seguía dominando el rebote, lo cual es un factor clave. Dos triples consecutivos de Seibutis metían a los lituanos de nuevo en la pomada. Inmediato tiempo muerto de Scariolo. Tras ello Maciulis la clavó sobre la bocina desde el perímetro y a vestuarios con 41-33. Mucha contienda aún.

La lesión de Rudy calienta al resto

Tras la reanudación los bálticos salieron a tumba abierta, volcando el duelo al físico y dejándose la piel en cada una de las marcas. Pero la Ñ no se amedrentaba y seguía percutiendo con buenas ayudas exteriores. Dos eternos compañeros como Reyes y Gasol se entendían en la pintura para seguir haciendo sangre. Kazlauskas tenía que pedir otro tiempo muerto para reajustar su estrategia. Pero la Ñ seguía imperial, seria en las marcas y muy racional en la gestión de los tiros, como la buena transición en los pases para el triple saneado de Pau Ribas.

Aumentaba la intensidad en las marcas y los dos equipos llegaban al bonus de personales. Lituania lo estaba dando todo para que no se le escapara el duelo, aplicándose con excesiva dureza como el terrible bloqueo de Jankunas contra Rudy. El escolta balear abandonaba la pista acompañado por los fisios, después de tanto esfuerzo su luz se apagaba. Gasol seguía siendo una roca que aportaba en todas las facetas, pero respondía Kalnietis con un asesino triple. Tras el misil desde el perímetro de un resucitado Claver, España alcanzaba la máxima del partido. Final del tercer cuarto con 60-43.

Tricampeones de Europa

España comenzó errática el último parcial. Los tiros no entraban, por lo que se cometían demasiadas faltas como consecuencia de la frustración y los rebotes enemigos. Importante sequía de los patrios durante varios minutos, que aprovechaba Maciulis para meter un pick&roll. Sin embargo, la sensación de remontada nunca parecía real, puesto que algún hombre aparecía para romperla, como el mate de Claver. Nuevo tiempo de los lituanos, a los que se les estaban agotando las ideas. Pese a ello los bálticos seguían a muerte en ataque, y los españoles llegaban ya al bonus de faltas.

Momento clave fue cuanto un Gasol excelso le sacaba la quinta personal a Valanciunas. Tremendo el genio de Sant Boi que está pasando por encima de todos y cada uno de sus rivales. De hecho, este maravilloso periplo por el Europeo se cerraba definitivamente con un pincho en defensa y un triple en ataque de Pau. Comandados por su insultante dominio en el Viejo Continente, la Ñ ganaba la final (80-63) y conseguía su tercer oro casi consecutivo. España de nuevo campeona de Europa y Pau Dios del Olimpo.

Protagonistas

Una vez más MVP Pau Gasol (25 puntos, 12 rebotes, 4 asistencias, 3 tapones), fue el mejor del partido y todo el campeonato. El mejor jugador del Eurobasket 2015 llevó a la Ñ al éxito absoluto. Y lo hizo con grandes porcentajes de tiro (8/17 en tiros de dos, 1/1 en triples, 6/8 en libres). Pau es el profeta de esta generación inolvidable. Le secundaron Sergio Llull (12 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias) y Rudy Fernández (11 puntos), que se dejaron el físico para alcanzar la gloria.

Lituania se vio falta de recursos para vencer en la final, pero sus jugadores lo han dado todo por su bandera. Destacar el intenso partido de Mantas Kalnietis (13 puntos, 6 asistencias), que terminó como máximo asistente del campeonato. Rimantas Seibutis (13 puntos, 4 rebotes) y Jonas Valanciunas (10 puntos, 9 rebotes) también pusieron la carne sobre el asador.

Fotos del texto: Eurobasket