Finalizó, después de 16 días de baloncesto de nivel, este Eurobasket 2015 que ha coronado a España, contra pronóstico como campeona de Europa tras una final en la que fueron netamente superiores a una Lituania que se vio desbordada desde el minuto inicial. El resultado, 80-63, demuestra la diferencia entre los de Scariolo y los de Kazlauskas a pesar del buen hacer de los Kalnietis, Valanciunas, Maciulis y compañía.

Termina así un torneo lleno de emoción e igualdad en el que quedará para el recuerdo ese oro español, además del tremendo encuentro en semifinales, final anticipada para muchos, que los hispanos vencieron ante los anfitriones y otros partidos con calidad y tensión como el Italia-Lituania de cuartos de final, que se tuvo que decidir en la prórroga o el récord de asistencia a un partido de baloncesto en Europa, batido en varias ocasiones durante el campeonato, y que alcanzó su pico en la final con 27372 espectadores en el imponente estadio Pierre Mayroy de Lille.

Pau Gasol, el gran dominador del torneo

Elegido MVP del torneo, Pau Gasol ha sido, sin lugar a dudas, el gran dominador del encuentro. A sus 35 años, el de Sant Boi ha guiado a la selección española al oro y ha demostrado que aún tiene gasolina para rato. Dominador en la pintura a lo largo de todo el torneo, tirando de su equipo en los malos momentos y decisivo también desde la línea de tres como se pudo ver en octavos de final, ante Polonia, con ese seis de siete en triples, la actuación del pívot de los Bulls ha traspasado fronteras.

Pau Gasol ha promediado durante el torneo: 25,6 puntos, 8,8 rebotes y 2,9 asistencias y ha sido nombrado MVP

No hay dudas a la hora de reconocer que sin el cuatro, el combinado de Sergio Scariolo no habría conseguido alzarse con el torneo, a pesar de que otros jugadores como Sergio Rodríguez, Sergio Llull, Pau Ribas, Nikola Mirotic o Felipe Reyes han firmado también una actuación espectacular y han ayudado al gigantón catalán.

Gasol ha promediado 25,6 puntos, 8,8 rebotes y 2,9 asistencias, una auténtica barbaridad, firmando su mejor actuación en el momento clave y cuando su equipo más lo necesitaba, en esa semifinal ante Francia, cuando los de Vincent Collet estaban por encima en el marcador. Pau consiguió ese día 40 puntos y capturó 11 rebotes, dominó en la pintura y se comió literalmente a un Rudy Gobert que terminó desquiciado en el banquillo tras realizar cinco faltas personales. El espirítu y la experiencia del mejor jugador español de todos los tiempos ha llevado a la selección a ocupar, una vez más, el primer cajón del pódium en una cita de un calibre desproporcionado.

Lituania sorprende y Francia y Serbia decepcionan

Lituania ha sido, sin discusión, la sorpresa del campeonato. A pesar de ser una selección que siempre rinde en las grandes citas y con una tradición baloncestística tremenda, las bajas hacían que los de Kazlauskas estuvieran en un segundo plano por detrás de selecciones como Francia, Serbia o Grecia, principales favoritas a alzarse con el título.

Tras una primera fase en la que acabaron con cuatro victorias y una derrota (ante Bélgica), líderes del Grupo D, los lituanos tuvieron que sufrir mucho para vencer en octavos a Georgia y deshacerse en cuartos, tras prórroga, de una Italia anárquica pero combativa. Maciulis (13,8 puntos y 6,3 rebotes) y Valanciunas (16 puntos y 8,4 rebotes) cogieron la batuta de un equipo que firmó un gran partido ante Serbia, pero que se vio ampliamente superada por España en la final.

Lituania ha sido la sorpresa, colgándose la plata y Francia y Serbia se han tenido que conformar con el tercer y cuarto puesto respectivamente

Precisamente, el combinado de Sasha Djordjevic, que venía de conseguir el subcampeonato mundial, ha sido una de las decepciones porque firmaron un partido horroroso cuando tenían la final a tiro de piedra en esas semis ante los lituanos. Los Bjelica, Teodosic y compañía se cortocircuitaron en aquel encuentro y el combinado balcánico cayó de nuevo, en la disputa del tercer y cuarto puesto ante la anfitriona, Francia.

Los de Vincent Collet, con un expediente inmaculado hasta ese fatídico 17 de septiembre, habían firmado un buen torneo hasta que llegó la selección de Scariolo para a base de entrega y lucha eliminar a la principal favorita en todas las casas de apuestas. La anfitriona consiguió, con lágrimas aún en los ojos, un bronce que sabe a poco.

Letonia, República Checa e Italia, progresan adecuadamente

Segunda y tercera del Grupo D, Letonia y República Checa respectivamente, han sido dos de las sensaciones del torneo. Los primeros, capaces de derrotar en octavos de final a Eslovenia por 73-66 con un gran partido de Strelnieks que se fue hasta los 17 puntos y de plantar cara en cuartos de final a Francia. Los segundos de machacar a una desconocida Croacia (80-59) en octavos y de poner las cosas muy difíciles a Serbia en cuartos gracias a la dirección del base del Barça, Tomas Satoransky y al buen hacer de Jan Vesely por dentro. Al final, octavo puesto para los letones y séptimo para los checos.

Mención aparte merece la Italia de Simone Pianigiani. Un equipo anárquico, sin juego interior, pero capaz de vencer a la campeona España, a base de tiro exterior con la calidad de los Gentile, Gallinari, Belinelli y Bargnani. La transalpina cayó derrotada en cuartos a manos de Lituania, y ha ocupado el sexto puesto final en el campeonato pero ha demostrado ser un conjunto sumamente competitivo y también, que cuando sus estrellas están unidas en busca de un objetivo común, son un combinado muy competitivo.

Croacia, Eslovenia, Grecia y Rusia, las decepciones

Entre las decepciones, Croacia y Eslovenia, que tuvieron que decir adiós en octavos, a las primeras de cambio y que se verán obligadas a hacer amplias reestructuraciones en sus equipos.

Rusia, quinta clasificada del Grupo A, capaz solo de conseguir una victoria ante Bosnia Herzegovina por 61-81 y sacando a relucir un baloncesto sin alma y de nula calidad, con jugadores de segunda línea incapaces de liderar a una selección con mucha historia.

Y por último, Grecia. Y metemos aquí a los de Fotis Katsikaris porque, analizando una a una cada plantilla, sin lugar a dudas, la helena sería la primera o la segunda, por calidad, del torneo. Con dos jugadores por puesto y liderada por un Vassilis Spanoulis que no ha firmado su mejor campeonato, los griegos tuvieron que hacer las maletas en cuartos de final, tras perder en otro partido vibrante ante España,  73-71. Al final, un quinto puesto que sabe a poco pero que posibilita a los Calathes, Koufos, Antetokounmpo y compañía el jugar el Preolímpico para estar el año que viene en Río.

Con el premio de la clasificación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro

Y es que lo que deja también este Eurobasket 2015 son dos selecciones clasificadas ya matemáticamente para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, España y Lituania, y cinco combinados (Francia, Serbia, Grecia, Italia y República Checa) que tendrán que disputar un Preolímpico, en el que participarán 18 selecciones divididas en tres grupos de seis equipos cada uno y en el que sólo el primero de cada uno conseguirá el billete para la cita olímpica.

Un preolímpico que se disputará del 5 al 10 de julio de 2016, y que España y Lituania verán desde sus casas, con la tranquilidad que da el verse clasificado con 11 meses de adelanto para el acontecimiento del año en lo que al ámbito deportivo se refiere.

Fotografías: Eurobasket 2015