Después de que Lucas Mondelo confirmara que las doce españolas que estarán en el pre-olímpico de Nantes serán Laia Palau, Silvia Domínguez y Leticia Romero, como bases, Alba Torrens, Anna Cruz, Marta Xargay, Leonor Rodríguez y Laura Quevedo, como aleros y Sancho Lyttle, Laura Nicholls, Luci Pascua y Laura Gil como pívots, la Selección Española femenina de baloncesto comparecía en sus dos últimos amistosos. La ciudad asturiana de Gijón se encargaba de acoger el primero, contra Nueva Zelanda, misma rival que al día siguiente.

Nueva Zelanda también comparecerá en el pre-olímpico de Nantes, quedando en el grupo A junto a Francia y Cuba, última rival de las españolas en esta Gira, las neozelandesas están en este torneo clasificatorio para Río tras perder el FIBA Oceanía 2015 ante Australia. Penina Davidson, Stella Beck, Lisa Wallbutton, Micaela Cocks, Jordan Hunter, Chevannah Paalvast, Kalani Purcell, Josie Stockill, Jillian Harmon, Toni Edmondson, Erin Rooney y Deena Franklin. La selección femenina sólo se ha enfrentado cuatro veces a Nueva Zelanda y las cuatro han acabado con victoria de las nuestras

Nueva Zelanda hunde la defensa española

Con Laia Palau, Anna Cruz, Laura Nicholls, Laura Gil y Alba Torrens en pista, Lucas Mondelo continuaba haciendo pruebas. Los primeros compases del encuentro eran de tanteo, como no podría ser de otra manera, obteniendo España un parcial de 5-0 para arrancar, cortando la sangría anotadora Nueva Zelanda con una canasta debajo del aro. Después de acercarse hasta el 5-4 las neozelandesas, Mondelo decidía mover el banquillo dando minutos a Marta Xargay y Silvia Domínguez. Pasado el ecuador del primer cuarto la intensidad era máxima, Davidson y Edmondson ponían contra las cuerdas a las españolas y eso llevaba al equipo oceánico a ponerse por delante 5-6.

Los errores se sucedían en ataque, ni mucho menos estaba cómodo el combinado español viendo como sus penetraciones a canasta no hacían daño, mientras que las de las neozelandesas hundían la defensa española, yéndose las visitantes hasta el 5-8, pidiendo tiempo muerto Lucas Mondelo para clarificar ideas. Nueva Zelanda convertía la pista en una auténtica alfombra roja a su favor, llegando a doblar en el marcador a España (5-10), cortando la racha neozelandesa con una bandeja a la contra que acercaba al combinado nacional, con tan solo dos minutos para la conclusión del primer envite. La Selección no reaccionaba tras lo dicho su seleccionador en el tiempo muerto, finalizando el primer cuarto con un marcador de 9-15 a favor de Nueva Zelanda.

La renta a favor de Nueva Zelanda no hace otra cosa que crecer ante los errores españoles

Tras un pequeño descanso en el que descansar y aclarar ideas eran la prioridad de ambos técnicos, la acción volvía a la pista con España cogiendo una racha de cuatro puntos consecutivos que le acercaban en el marcador, manteniéndose la diferencia hasta pasado el ecuador del segundo cuarto, cuando Nueva Zelanda, de la mano de una inspirada Edmondson conseguía tener un 16-22 a su favor, ayudada en todo momento por Deena Franklin. España no encontraba el camino para doblegar al combinado neozelandés, que campeaba a sus anchas por la pista. Mientras, Mondelo no encontraba la tecla en el banquillo, aún realizando cambios para dar minutos a todas las jugadoras.

Nueva Zelanda veía canasta con suma facilidad, no tenía problemas a la hora de penetrar a canasta o tirar desde fuera, algo que le costaba mucho más a España, teniendo Marta Xargay que coger las riendas del equipo. El tiempo corría en contra del equipo español, que ni mucho menos conseguía contrarrestar el poderío neozelandés. Los tiros libres ayudaban a España a recortar distancias hasta colocarse a cinco puntos (22-27), momento que a doce segundos del final aprovechaba el seleccionador oceánico para pedir tiempo muerto, buscando preparar la última acción de la primera mitad. La acción preparada por Nueva Zelanda no surtía efecto tras el buen hacer de España, que gracias a las faltas y una buena defensa en los últimos compases impedía anotar al combinado neozelandés, que terminaba mandando después de los primeros veinte minutos de partido por 22-27.

España reacciona pero no le sirve

La reacción española no tardaba en llegar después del descanso, y es que rápidamente la diferencia con la que habíal llegado al intermedio Nueva Zelanda se reducía hasta solo un punto. El ataque español obtenía los frutos perdidos en el primer tiempo y eso hacía que el conjunto neozelandés sufriera en exceso. Las visitantes ni mucho menos se vinieron abajo, mantuvieron la calma y eso se tradujo en ataques claros y concisos, directos a la canasta para volver a obtener una buena renta de adelanto. Ni más ni menos que a dos minutos del final las pupilas de Kennedy Kereama tenían seis puntos de ventaja, lo cual les permitía contemporizar el choque a las mil maravillas. Ni mucho menos se dejaba sorprender Nueva Zelanda al término del tercer cuarto, obteniendo una ventaja de 32-43, lo cual ponía el partido muy a su favor.

España reacciona demasiado tarde y Nueva Zelanda acaba pidiendo la hora

Ni más ni menos que diez eran los minutos que tenía España para remontar el partido si quería seguir invicta en la fase de preparación del pre-olímpico de Nantes. Cuatro puntos españoles de salida obligaban a Kennedy Kereama a pedir tiempo muerto, eal ver como España se acercaba hasta los siete puntos de desventaja con más de ocho minutos por jugarse. Ni mucho menos se iba a rendir tan fácilmente el combinado nacional, que siendo espoleado por el público, iba en volandas a por la remontada, logrando llegar a colocarse a tan solo tres puntos de diferencia, que al instante ampliaba Nueva Zelanda hasta los cinco. Nicholls debajo del aro hacía de las suyas, sumando dus nuevos puntos para España que ponían el 45-48 en el marcador a tan solo tres minutos del final.

El ritmo de juego de la primera mitad había quedado totalmente olvidado, dado que España veía como sus tiros comenzaban a entrar y eso ponía el partido patas arriba, logrando las pupilas de Lucas Mondelo firmar el empate, propiciando así un auténtico final de infarto. Los pocos segundos se veían en el marcador, y ahí entraban en juego las pizarras de los entrenadores. Nueva Zelanda logró aguantar el envite español, materializó su ataque y dejó la última posesión del partido a favor del combinado nacional, que no consiguió tirar a canasta para entregar el triunfo al conjunto neozelandés por 52-54. Este jueves ambas selecciones tendrán su segundo partido, el último de preparación antes del pre-olímpico de Nantes, siendo el Pabellón de Pumarín en Oviedo, el escenario elegido.