La fiesta malagueña comenzó con el pitido inicial del partido. La selección española de baloncesto volvía a uno de sus lugares favoritos y para disfrute del público congregado hicieron las delicias de la afición. En la Costa del Sol el ambiente era digno de las grandes citas y los miles de fans de la Ruta Ñ apoyaron incondicionalmente a los hispanos. A ritmo del "a por ellos" comenzó un nuevo capítulo entre Lituania y España. El Palacio de Deportes José María Martín hizo a la perfección de jugador número doce y sin lugar a dudas fue uno de los mejores del encuentro de la selección local. La charanga y la música de Rocky marcaba el compás de este emociónate día.
Muchas cuentas pendientes
El baloncesto, como la vida misma, está llena de cuentas pendientes y estas dos selecciones tienen muchas. Los jugadores de los dos conjuntos se conocen a la perfección y es que no es la primera vez que se ven las caras. Es más, hace menos de una semana disputaron un partido de preparación disputado en territorio lituano. Alejados del frío país europeo, los dos conjuntos se midieron fuerzas una vez más en una calurosa noche malagueña.
Pero sin duda, los lituanos eran los que más sed de venganza tenían y es que todavía están muy abiertas las heridas del Eurobasket pasado. En el partido disputado se saldó con victoria del equipo de Lituania en la prórroga y en esta ocasión también fue así. Para más inri, el destino de estas dos selecciones se volverá a ver pronto y es que están condenadas a encontrarse en la fase de grupos de Río de Janeiro. Así que al menos esta historia tendrá un capítulo más del libro de Lituania contra España.
España comienza en volandas
Pau Gasol metió diez puntos en su regreso con la selección
Ante esta situación, España comenzó el partido encendida y muy bien en el apartado defensivo. Además, se mostraron muy activos en el aspecto reboteador qué tantos dolores de cabeza dio la semana pasada. En cuanto al elegido quinteto estuvo formado por los siguientes nombres: Ricky, Sergio, Rudy, Nico y Willy. Mientras que Pau Gasol, con sus problemas extra deportivos solucionados, disputó su primer partido del año con la camiseta de su querida selección.
Con un juego con mucha garra y un gran inicio de la selección, los lituanos despertaron de su particular siesta y se pusieron manos a la obra. La remontada fue despacio y sin hacer ruido, como cuando un león acecha a su presa y en la segunda parte dieron el golpe final. De nada habían servido los tiempos muertos de Sergio y es que el equipo conequipación blanca estaba encendido.
El tercer cuarto decanta la balanza
El transcurso del partido fue muy disputado y los dos equipos a base de defensa y puntos intentaban llevar el juego hacia su territorio. La tónica se repitió y se pudo ver igualdad y lucha por cada balón. Lituania sacando partido a una gran circulación de balón y a la combinación entre su pareja interior hacía mucho daño a los locales. Jonas Valanciunas, una vez más volvió a sacar las vergüenzas del combinado español y se marcho de Málaga con 16 puntos y cuatro rebotes en su cuenta particular.
También hay que destacar la notable actuación de Seibutis que fue el encargado de romper el encuentro en la segunda parte y hacer que su selección se anotase la segunda victoria consecutiva contra el equipo español. La subida de marcha en el apartado de la intensidad jugó un papel fundamental de cara a la victoria visitante.
España tiene motivos para sonreír
Pese a todo hay motivos para sonreír, y es que España mostró una buena versión y dejó destellos del nivel al que pueden llegar. Estos partidos tan solo son meros tramites antes de lo serio y el equipo debe estar preparado. Pau Gasol ha vuelto, algo oxidado, pero ha vuelto. Además, Ricky Rubio se mostró muy activo en defensa y Willy sigue intratable en la pintura. La fiesta de Málaga no terminó con final feliz, pero los aficionados se mostraron muy contentos por la entrega mostrada. En Río será la revancha definitva.