Tras conseguir debutar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro imponiéndose a Serbia, la selección española femenina de baloncesto afrontaba un día después de una prueba más que complicada, y es que al otro lado de la cancha se encontraba con ni más ni menos que Estados Unidos, la gran potencia del deporte mundial que en su primer encuentro pasaba como un rodillo por encima de China por 121-56. Asumiendo su a priori inferioridad ante la campeona del mundo, Mondelo no dudaba en asumir que debían tener minutos todas las jugadoras para ahorrar el máximo número de fuerzas y poder estar disponibles en cualquier momento. Con esta tónica, a las cinco de la tarde hora española comenzaba el partido en el Carioca Arena. La segunda batalla de la cita olímpica estaba servida.

Ocho minutos aguanta España el empuje americano

Con todo el favoritismo cayendo sobre Estados Unidos, España ni mucho menos se achicaba ante el poderío americano, sino que buscaba contrarrestar su juego con buenas acciones desde las posiciones de ataque. El porcentaje de acierto español se notaba tras tres minutos de partido, siendo 8-6 el marcador a favor del combinado nacional, pero ni mucho menos iba a durar mucho la alegría, puesto que Griner, por partida doble, Bird y Delle Donne sumaban ocho puntos consecutivos que daban la vuelta al electrónico por 10-15. Tan solo ocho fueron los minutos que consiguió mantener el ritmo España, empezando a encadenar parciales a su favor Estados Unidos para concluir el primer cuarto con una renta de quince puntos de adelanto, teniendo un marcador a su favor de 14-29.

A pesar de contrestar las acciones americanas, España entraba en el segundo cuarto teniendo buenos aciertos de Silvia Domínguez y Ndour desde la zona de lanzamiento, pero eso no impedía que Estados Unidos no solo mantuviera su ventaja, sino que poco a poco la fuera aumentando. El tira y afloja en el que entraban tanto españolas como americanas sonreía a estas últimas, quienes lograban seguir pasando el rodillo por encima de la pista con una renta que no bajaba en ningún momento de los quince puntos de adelanto, anotando Stewart a escasos segundos del final para cerrar el segundo cuarto y enfilar el camino de los vestuarios con un marcador de 37-54. Tras veinte minutos, Lucas Mondelo buscaba lo que había comentado en la previa, dar minutos a todas las jugadoras para evitar que el cansancio se fuera acumulando.

Segunda mitad de rodillo americano ante lo que nada puede hacer España

Tras un pequeño paso por los vestuarios, la segunda mitad se ponía en marcha con la misma dinámica que había concluido el segundo cuarto, teniendo Estados Unidos el dominio con España defendiéndose como gato panza arriba. Tanto Charles como Taurasi se encargaban de hacer trizar la defensa española para llevar su ventaja más allá de los veinte puntos, teniendo una buena reacción España para recortar distancias y evitar el vendaval de juego estadounidense. A pesar de todo, Estados Unidos mantenía la calma en todo momento, teniendo templanza a la hora de decidir las acciones que debían hacer tanto en defensa como en ataque, para concluir el tercer cuarto con un marcador de 51-74. Veintitrés puntos de renta que administrar en el cuarto y último parcial del encuentro.

Sin dar descanso a sus grandes estrellas, el seleccionador americano mantenía sobre la cancha a las Moore, Delle Done o Charles, encargándose de dominar la pintura, ser capaces de salir rápidamente a la contra y evitar que España anotara con facilidad, lo que ponía en el ecuador del último cuarto una ventaja por encima de los treinta puntos, no habiendo hecho más que comenzar el festival estadounidense. Ya con el marcador resuelto por completo, las teóricas suplentes americanas hacían acto de presencia en cancha para redondear el marcador en un 63-103 con el que llegaba a la conclusión el partido. Estados Unidos sumó su segundo triunfo, una nueva humillación al equipo rival, mientras que España pasó su trámite y ahora deberá darlo todo en su próximo partido.