El principal protagonista de la previa, Gustavo Ayón, que volvía a Fuenlabrada tres años después, no lo fue en el partido, ya que un esguince de tobillo de última hora le privó de disputar el choque, sumándose a la baja ya conocida de Rudy. El jovencísimo Luka Doncic sí entraba en la convocatoria de Pablo Laso, aunque finalmente no debutó.

Rey Felipe

Así, Felipe Reyes entraba en el cinco inicial de Pablo Laso...y fue el mejor de los blancos en el primer cuarto con 11 de los 23 puntos visitantes.
El Madrid, con su capitán a la cabeza, demostraba su superioridad bajo los tableros (siete rebotes de Bourousis en los primeros diez minutos), ante un Fuenlabrada que solo tenía a Akindele para plantar batalla por dentro.
Junto a los interiores blancos, Sergio Rodríguez encontraba espacios importantes en la abierta defensa fuenlabreña. El Madrid se despegaba fácil en el marcador (6-12 min 4).
Sin embargo, unos segundos prodigiosos de Alberto Díaz (triple, robo y canasta) colocaban a los de Luis Casimiro de nuevo a la par con el Madrid, poco o nada atinado desde el tiro exterior.
El partido tenía un alto ritmo y acierto por parte de ambos equipos. Tras Díaz, fue Panko el baluarte ofensivo de los locales, mientras que Reyes (5/6 en tiros) seguía acaparando las acometidas blancas, aunque el Fuenla sabía cómo y cuándo responder. Al final del primer cuarto (20-23) debutó Mbansogo con la camiseta naranja.

Segundo asalto, misma intensidad

Si el primer cuarto había sido acelerado, el segundo no tuvo nada que envidiarle, para disfrute de un Fernando Martín muy metido en el partido.
Un pabellón que vio, por ejemplo, como Nocioni reventaba el aro en un potente mate y, además, lograba una nueva renta para su equipo: 23-29, minuto 12.
Sin embargo, Diagné (nueve puntos en este cuarto) contestaba en el bando local con otro mate no menos espectacular. El pívot del Montakit Fuenlabrada paliaba así, y con muy buena nota, el mal partido de Akindele.
El que no bajaba el ritmo era Andy Panko. El Madrid sufría en su defensa, no conseguía un parcial favorable y los triples no entraban. Tanto fue así que el Fuenlabrada llevó la voz cantante a partir de la mitad del segundo cuarto utilizando, incluso, las armas del Madrid: velocidad, potencia y una amplia variedad de bloqueos. Miso, muy seguro en sus acciones, sobresalió por encima de todos en los últimos minutos del cuarto que acabó con un bonito 45-45.

El descanso no pareció sentar nada bien a los chicos de Luis Casimiro, que cometieron hasta cuatro pérdidas en los primeros minutos del tercer cuarto, que posibilitaron la mayor ventaja del Madrid hasta el momento: 47-56, min 22, con un agitado Carroll.

El partido, además, se empezó a trabar, y las polémicas arbitrales, muy protestadas por el banquillo local, no hacían más que lanzar al Madrid hacia la victoria. Un triple de Sergio Rodríguez obligó a Casimiro a parar el partido.

Felipe, de nuevo

En la reanudación, más de lo mismo: fallos locales-faltos de ideas, rebotes visitantes y aciertos después. Carroll, desde el triple, amplió diferencias (51-68 min 27).
El parcial (7-19) empezaba a ser escandaloso, mismo adjetivo que se puede decir del partido de Felipe Reyes. El capitán blanco estaba imperial bajo los aros (9 rebotes), y provocaba hasta un 3+1, para resignación del Fernando Martín. Baron andaba, entre tanto, desaparecido.
El show de Reyes (21 puntos, ¡29 de valoración!) continuó hasta el final del cuarto, donde el Madrid ya vencía con comodidad: 58-79

Hasta el final Fuenlabrada

Al inicio del último periodo el Fuenlabrada no había dicho su última palabra, y con once impresionates puntos seguidos de Daniel Clark, los de Casimiro apuraban, y de qué manera, sus gotas de esperanza: 74-81 minuto 33.

El Madrid reaccionó a base de triples, pero el Montakit Fuenlabrada también encestaba. El tiempo, no obstante, corría a favor del Madrid, y la diferencia era, en principio, cómoda (entre 8 y 12 puntos).

Al último minuto, no obstante, los de Laso llegaron con siete de ventaja, reducidos a cinco tras una canasta local. Sergio Rodríguez cerraría el partido con los tiros libres a pesar de los aciertos locales de Moungoro y Díaz. El Fuenla luchó hasta el final pero murió en la orilla. El Fernando Martín supo agredecer ese esfuerzo y ovacionó a los suyos.

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Sobre el autor
Víctor Plaza
Baloncesto y Periodismo, aunque no necesariamente en ese orden.