Con una gran entrada en el Fernando Martín, Montakit Fuenlabrada y Baloncesto Sevilla se enfrentaban en un duelo con importancias aspiraciones por parte de ambos conjuntos, con el descenso merodeando la mente de todos.

Luis Casimiro, que regresaba a Fuenlabrada, era el gran protagonista en la previa. No obstante, durante el primer cuarto el que acaparó todos los focos fue Kirk Penney. El jugador nacido en Millford fue el principal valedor en el ataque andaluz, con 12 puntos en los primeros diez minutos.

Tiempo que dominó el equipo visitante, ante un Fuenlabrada demasiado fallón en ataque, y escaso de ideas ante la gran defensa de los andaluces a Andy Panko. Solo Akindele, omnipresente en cada rebote, respondía las acometidas del Sevilla. O de Penney para ser más exactos.

Sin embargo, los de Casimiro también acumulaban malas noticias. La principal: las dos faltas personasles de Porzingis, que lastraron su actuación durante la primera mitad. 16-20 al final del primer periodo

El Fuenlabrada, ante la ausencia en el ataque de Panko, necesitaba un líder en ataque, y lo encontró en Burtt. El americano realizó un magnífico segundo cuarto, echándose al equipo a la espalda. Burtt respondía a cada canasta del Baloncesto Sevilla, que también vio aumentados sus porcentajes de cara al aro.

Además de Steve, Roland Smits adquirió cuota de protagonismo con acierto desde el exterior. EL Fuenlabrada se mantenía así cerca del Baloncesto Sevilla, que sufría con un Willy Hernangomez más desaparecido que de costumbre debido a la notable defensa de Akindele primero y de Diagne después: la lucha bajo los tableros era enérgica.

A todo esto, el partido trancurría por unos derroteros de tensión e intensidad. Había mucho en juego, y tanto Hugo López como Luis Casimiro eran conocedores del hecho. Mientras el ritmo anotador aumentaba, los visitantes seguían practicando el 2 contra 1 ante Andy Panko, con excelentes resultados. En ataque, Oriola aprovechaba sus minutos para irse con 10 puntos al descanso, manteniendo así el nivel de Burtt. Byars, con dos triples, igulaba la contienda (33-33). Después, las canastas se sucedieron sin pausa, para llegar al 42-42 al descanso

Pierre Oriola, el mejor de los sevillanos: 21 puntos y 19 de valoración

Fue el Montakit Fuenlabrada el equipo que pusó más ganas al inicio de la segunda mitad. Akindele dominaba los rebotes de una manera contundente, ante la desesperación de las torres andaluzas, incapaces de parar al africano.

El partido se desarrollaba únicamente por el interior, salvo algún lanzamiento de Berni o Burtt desde la línea de tres. La batalla se jugaba dentro, y Akindele no tenía rival. Willy Hernangomez se vio superado en todas sus acciones. Casimiro le sentaría, más tarde, junto a Porzingis, y no volverían a jugar hasta los dos últimos minutos de partido.

Conforme avanzaban los minutos y continuaba la igualdad, el encuentro se fue calentando en exceso: tuvieron que parar a Diagne tras una antideportiva de Penney. La victoria hoy valía doble, por lo que cada contacto se exageraba, cada falta se protestaba.

Aunque a cuentagotas, Montakit Fuenlabrada lograba abrir brecha en el marcador (58-53 minuto 27), por lo que Luis Casimiro tuvo que solicitar tiempo muerto. El enfado del entrenador fue de altura, y sus chicos respondieron de la mejor manera posible: con un parcial de 4-15. Éste empezó en los últimos dos minutos del tercer cuarto, cuando Fuenlabrada se encontraba espeso en ataque y muy lento en defensa. Así, Baloncesto Sevilla reaccionó antes del último y crucial último periodo (60-59)

Unos últimos diez minutos donde pasó de todo. Primero, la aparición de Byars, infalible desde el 6,75 (4/5). Después, el ímpetu de Oriola, que alargaba el parcial a favor y hería, aún más, a un Fuenlabrada descolocado y sobrepasado. Baloncesto Sevilla, con una marcha más y tácticamente ordenado en defensa, colocaba la máxima (62-68 minuto 33)

Sin embargo, Montakit Fuenlabrada recuperó el pulso con Akindele y un Panko más acertado. Ambos mantenían el nivel de Oriola, y acercaban a los suyos (69-72 minuto 34).

Entonces, el choque se trabó en exceso con un marcado protagonismo arbitral. Los colegiados no pasaban ni un contacto, e interrumpían el juego constantemente. Vega era expulsado entre las protestas ruidosas del Fernando Martín. Oriola, como no, era ajeno a todo el enrarecido ambiente, y siguió comandando los ataques visitantes. Así, normal que Casimiro mantuviera en el banquillo a Porzingis y Hernangomez

Hasta nueve tiros libres dejó escapar el Baloncesto Sevilla (13/22, 59%)

En los últimos minutos, cada tiro libre era oro, y así los aprovechaba Akindele, que colocaba por delante a los suyos a falta de 1:25 para el final (80-79).

En el siguiente ataque, Berni Rodríguez perdió el balón, pero Willy Hernangomez, que acababa de salir, anotó de dos. Tras varios errores por parte de los dos equipos, una falta de Oriola en un rebote ante Panko decidió el choque.

El MVP del pasado mes de febrero no erró ninguno. A falta de 15 segundos, Baloncesto Sevilla tenía posesión para ganar, aunque no tiempo muerto. Quizá por eso, los de Casimiro no pudieron ni tirar, aunque es de alabar la gran defensa fuenlabreña en la última posesión. Radicevic perdió el balón y la victoria se quedó en casa.

La victoria, y algo más, ya que Montakit Fuenlabrada logra salir del descenso, donde entra el Sevilla. El basketaverage también favorece a los de Hugo López que ganaron en la ida...con Casimiro en el banquillo.

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Sobre el autor
Víctor Plaza
Baloncesto y Periodismo, aunque no necesariamente en ese orden.