El Caja Laboral sumó la segunda victoria consecutiva de Miribilla (65-69) para así hacerse con su segunda Euskal Kopa consecutiva. En un partido marcado por la igualdad reinante en toda la segunda mitad, los azulgrana mostraron una mayor solvencia y tranquilidad para apuntarse un triunfo que les rearma de moral de cara a los play offs. En la primera ronda volverá a aparecer el Gescrap, equipo que pasó por encima de los vitorianos en casi todo el primer cuarto pero al que la falta de acierto en los compases finales le condenó a hincar la rodilla frente al vecino.

Los pupilos de Ivanovic mostraron su versión más fiel de la temporada, la misma que alterna períodos de desgobierno con ráfagas de sintonía y acierto colectivo. De salida, una canasta de Jackson fue la antesala del parcial de 0-7 que, con un contundente ataque, impuso el Caja Laboral en el luminoso. A los de Ivanovic les faltaba engranar la defensa para que todo fuese perfecto. Demasiado perfecto. La imprecisión en las acciones defensivas, unido a una voracidad exagerada de los colegiados en la designación de las faltas, situó a los azulgrana en 'bonus' a 6:47 para el primer receso. A partir de ese momento, los bilbaínos candaron su aro, y merced a la anotación de Jackson y el poderío de Hervelle en la pintura, el equipo vitoriano no volvería a ver aro en todo el primer cuarto.

El 16-0 de parcial con que se clausuró el mismo arrojó un tanteador de 18-7 que, visto lo visto, era la mejor noticia para un Baskonia que trataba de sujetarse en Prigioni. Bajo la tutela del argentino, que relegó a Heurtel hasta en esta cita, los vitorianos comenzaron a crecer. Cuando el Gescrap se situó con su máxima diferencia (20-7; Min. 11), apareció Oleson. El de Alaska, con dos canastas de manera consecutiva, recordó a sus compañeros la importancia de anotar y, junto a una defensa que aprovechó el bajón bilbaíno y la erupción de Nemanja Bjelica, devolvieron el parcial del cuarto inaugural con otro de 2-12 que restableció la igualdad al entreacto (31-32).

El paso de los minutos iba dejando secuelas en ambos equipos. Mientras el Gescrap perdió a Vasileiadis en los albores del tercer cuarto, el Baskonia se había encontrado con el contratiempo que supusieron unas dolencias en el que cuello que retiraron a Nocioni de la pista antes del descanso. Y ambos equipos les echaron en falta, en especial de cara a la anotación. No en el tercer período, donde reinó la igualdad en una decena de minutos que escenificaron un intenso y constante intercambio de canastas que acabó en tablas (21-21).

La cascada de puntos en ambos aros dio paso a una férrea pugna de defensas. No en vano, 11 de los 30 puntos del último cuarto brotaron desde la línea de personal, donde acudió 10 veces cada equipo. A falta de 6 minutos para la conclusión y con empate en el tanteador (59-59), Dusko Ivanovic daba entrada a Teletovic y, segundos después, Marko Banic, con 10 puntos, era condenado al banquillo fruto de su cuarta personal. Esa conjunción de anécdotas, supusieron el principio del fin para los hombres de negro.

Mientras Ribas, Milko y Nemanja Bjelica aparecían en el Baskonia para contribuir con su grano de arena, en el Gescrap tan solo tiraban Raúl López y Grimau del carro. Pero al escolta catalán le traicionó la muñeca, puesto que erró los cuatro lanzamientos a canasta que realizó en los diez últimos minutos. El Baskonia, despacio y sin hacer demasiado ruido, iba edificando una distancia que a la postre resultaría insalvable para los vizcaínos. El planteal visitante se fraguó una renta de 4 puntos que bien supo administrar en los tres últimos minutos, en los que no dio opción al Gescrap, al cuál degolló de la misma manera que en el pasado mes de diciembre: con un triple de San Emeterio.