La nota curiosa en el trasiego del pasado verano en el Caja Laboral estuvo en que, al cierre del mercado de fichajes, Ivanovic contaba con tres bases en plantilla. Sin embargo y, pese a no contar con Rochestie ayer en Atenas, el técnico montenegrino decidió abordar la remontada final al Olympiacos con Causer a los mandos de la nave. Encajado el parcial de 0-5 y con el equipo heleno crecido, el técnico decidió rectificar, pero ya era demasiado tarde. A su equipo ya se le habían fundido los plomos por falta de continuidad a lo largo de las distintas fases que compusieron el partido.

Ese fue uno de los errores que condujeron a los azulgrana a la primer derrota continental de la temporada. La inconstancia a lo largo de los minutos y la falta de referentes en muchas fases del encuentro le hicieron cabalgar a remolque durante la mayor parte del encuentro. Del 0-3 con que Oleson abrió el partido se pasó a un parcial de 8-0 que únicamente la salida de Nocioni consiguió sofocar.

La férrea aportación del argentino fue lo más destacado del Baskonia en un primer acto donde Olympiacos deshizo a su antojo durante varios minutos, hasta que los azulgrana se activaron en defensa para así cerrar el cuarto con un parcial de 0-10 a favor. Con el paso de los minutos, la figura del Chapu se fue diluyendo y, la nula aparición de un referente, unido a la reacción helena, propiciaron un nefasto segundo cuarto en el que los vitorianos encajaron 30 puntos, más del doble de los que anotaron (14).

Tras irse a los vestuarios con la máxima diferencia del partido en contra (48-37), al Baskonia no le quedaba otra vía que la reacción. Sin Nocioni, castigado por las personales, Lampe asumió el mando del equipo y, tras iniciar la segunda mitad con un 3-11, el polaco anotó 7 puntos capitales en el despertar alavés. La sorprendente aparición del interior catapultó a sus compañeros, especialmente en defensa, ya que dejaron a su rival con 17 puntos en 10 minutos.

No obstante, y repitiendo lo sucedido con Nocioni, Lampe, cuyo estado físico sigue sin ser óptimo, acabó difuminado Y, para más inri, Ivanovic decidió prescindir de Cabezas, con 9 puntos y cuajando una actuación correcta, y Heurtel, demasiado acelerado, para entregar a Causeur la dirección del equipo en los últimos tres minutos. Cuando Olympiacos volvió a voltear el marcador gracias a un parcial de 5-0, Ivanovic quiso reaccionar, pero los pupilos de Bartzokas ya no dieron opción. Tras el baño de optimismo que supuso el contundente triunfo frente al Cajasol, al Baskonia le vuelven a aflorar aquellas dudas colectivas que ya le dejaron en la cuneta en Zaragoza.