Los cuartos de final no han empezado como querría el Caja Laboral, que perdía el primero de los 2 encuentros que se disputan en Moscú.  En un partido en el que los rusos imprimieron un alto ritmo, Milos Teodosic fue el hombre a parar desde el inicio del encuentro: jugó 26 minutos, en los que anotó 17 puntos y bordó un 5 de 6 en tiros de campo y un 2 de 2 en triples. La pobre defensa baskonista dejó que los moscovitas anotaran a placer, algo que, sumado a la falta de concentración que el Caja Laboral demostró hasta la segunda mitad, dejó escrito el resultado mucho antes de que finalizara el partido.

Errores en ataque

El CSKA supo aprovechar de manera perfecta el desacierto del Caja Laboral en ataque. Aunque ambos equipos capturaron prácticamente los mismos rebotes (29 para los locales por 28 de los visitantes), la diferencia radica en los puntos que se anotaron después: un 43% en tiros de 3 de los rusos condenó al Baskonia, que registró un 16% en este campo. Por parte de los vascos, faltó la figura de un líder, de un jugador que tomara la responsabilidad de guiar a su equipo, así que los de Tabak pagaron caro esta ausencia.

Maciej Lampe, referente en la primera parte, fue uno de los mejores para su equipo, acompañado, además, por Andrés Nocioni, y entre ambos dieron el paso adelante que sus compañeros necesitaban. El pívot polaco anotó 12 puntos y sumó un 14 de valoración, una de las mejores para el cuadro baskonista. Por su parte, Nocioni se erigió como el mejor para el Caja Laboral, sumando 16 puntos en 27 minutos. El miércoles, además, fue un día especial para el argentino, ya que superó la barrera de los 1.000 puntos anotados en Euroliga, un aliciente más a la lucha por la cita de Londres.

"Necesitamos salir con más energía, con menos respeto para el equipo contrario" confesaba Zan Tabak.

Uno de los peores argumentos que presentó Baskonia fue su pobre defensa: al término del segundo cuarto, los rusos habían anotado 50 puntos, lo que, de seguir con estas concesiones, pronosticaba los 100 puntos al finalizar el encuentro. El paso por los vestuarios ayudó al Caja Laboral a reforzar su trabajo atrás, y en los 2 últimos cuartos consiguió empatar uno de ellos y ganar el último. A pesar del cambio de los vascos, esa era una faena que llegaba muy tarde, ya que la diferencia de 15 puntos con la que se marchó al descanso dio al CSKA tranquilidad para afrontar el partido. En este sentido, Zan Tabak explicaba los fallos que no debe repetir su equipo: “necesitamos salir con más energía, con menos respeto para el equipo contrario, tratar de jugar nuestro baloncesto y estar más sólidos atrás”. Así, parece que el planteamiento del segundo partido seguirá la línea de ofrecer mucha más defensa y buscar el juego rápido que caracteriza al Baskonia.

Equipo muy sólido y lleno de figuras

El entrenador del CSKA, Ettore Messina, jugó muy bien sus bazas. Sabedor de lo físico que es su conjunto, dio al partido el ritmo que él quiso: con el 5 inicial repleto de líderes en sus facetas, consiguió abrir una buena brecha en el marcador que fue gestionando a lo largo de los 40 minutos. Eso sí, demostró pecar de relajación: con el partido de cara, no dio descanso a sus mejores hombres, y el Caja Laboral, aprovechando la cantidad de minutos que éstos llevaban encima, mostró una versión mejorada de su juego.

Los datos hablan por sí solos: los integrantes del quinteto inicial del CSKA anotaron 64 puntos de los 89, por 25 de los suplentes (16 de ellos concentrados en Nenad Krstic, el jugador más valorado de la Euroliga, y quizás, el mejor sexto hombre). Por parte de Baskonia, 39 fueron los aportados por el 5 de inicio: contando con que Cook no anotó en todo el partido y que San Emeterio sólo hizo 2 puntos, la diferencia es abismal.

Con todo esto, el Caja Laboral deberá buscar la victoria a través de un ritmo constante todo el partido: en el momento en el que el nivel defensivo bajó y se concedieron canastas fáciles, los rusos abrieron las mayores diferencias en el marcador del primer partido. Llevarse la victoria de Moscú igualaría la eliminatoria y daría a los vascos la oportunidad de darle la vuelta en el Buesa Arena; en caso de repetirse la derrota del miércoles, al CSKA tan sólo le bastaría un triunfo más para encarrilar su camino hacia la Final Four de Londres y confirmarse como uno de los favoritos a ganarla.