El partido en Vitoria era especialmente importante para ambos equipos: el Caja Laboral, apeado de la Euroliga por un gran CSKA de Moscú, quería desquitarse de la eliminación. La Bruixa d’Or Manresa, por su parte, necesitaba ganar todos los encuentros que le quedaban para mantenerse vivo en ACB un año más. Así pues, con estas instrucciones, los equipos salieron muy concentrados a la pista: a base de 4 triples seguidos, el Manresa presentaba su firme candidatura a ganar el partido. Los vascos, mientras tanto, seguían a Bjelica, líder del equipo hasta el momento.

Demasiada tensión en ambos conjuntos

La férrea defensa baskonista hacía aparición para castigar los errores de un Manresa nervioso, demasiado fallón. Así, un parcial de 8 a 0 devolvía la igualdad al marcador, y de mano de Causeur y San Emeterio el Caja Laboral volvía a ponerse por delante. Un último triple de Devries dejaba el 25 a 20 con el que acababa el primer periodo. Del total de puntos de Manresa, 18 habían llegado desde la línea de 6,75, y Salva Arco lideraba al equipo catalán hacia un encuentro que se antojaba muy largo.

Al término de la primera mitad, los errores eran los mismos para Caja Laboral y Manresa, 8 cada uno, y ninguno de los dos alcanzaba los 40 puntos.

El segundo cuarto empezaba con la primera canasta desde la pintura para el Bruixa d’Or, de mano de Arteaga, pero los nervios volvían a hacer mella en los manresanos, que perdían balón y dejaban que Jelinek anotara al contraataque. A partir de entonces, los errores se sucederían en ambos equipos: pasos, tiros fallados, pérdidas de balón inexplicables,… La victoria parecía destinada al equipo que menos fallara y mejor penalizara los errores del rival (en el descanso, ambos equipos habían perdido 8 balones).

Josh Asselin, que anotaba sus dos primeros puntos, devolvía el ritmo al partido, pero la poca defensa catalana permitía a Jelinek sumar desde media distancia. Lampe, muy desigual en ataque y defensa, regalaba otro balón, y Arco anotaba de 2, dejando la diferencia en 6 puntos favorables a Baskonia. Los contraataques eran vitales para los vascos, que ponían tierra de por medio a base de tiros libres. Hanga, el protagonista de casi todos los puntos manresanos, contestaba con una canasta de 2, y Aleksandrov, que le acompañaba, anotaba con un triple que dejaba a su equipo a 3 puntos. Al final del segundo periodo, y después de una canasta de Caja Laboral, el resultado quedaba en 36 a 31.

El paso por los vestuarios daba la chispa que caracteriza al Caja Laboral y que tanto necesitaba en el partido apático que estaba protagonizando. Un parcial de 11-4, de los cuáles Pleiss se embolsaba 6, conducía a la mayor diferencia del encuentro, + 12 para los vascos. Arteaga, desde la pintura, luchaba por mantener a su equipo en liza, pero la dureza del Caja Laboral en defensa se hacía patente, y el muro que había plantado en la pista parecía infranqueable.

Causeur, el mejor para los vitorianos, estaba presente en todo el juego de su equipo: si en un ataque anotaba desde 6,75, al siguiente era el que recibía la falta decisiva, y convertía 5 puntos seguidos que dejaban el 52 a 38. Pero el partido aun no había acabado, y La Bruixa d’Or no estaba dispuesto a desperdiciar la primera oportunidad de quedarse en ACB. Con 2 triples seguidos, Hanga y Arco volvían a dar vida al desenlace final. Además, un 2+1 de Asselin dejaba al Manresa a 5 puntos de empatar el partido. Causeur volvía a aparecer, pero también cometiendo su cuarta falta, contratiempo muy importante para el Caja Laboral, pues era substituido hasta el final del cuarto.

Los manresanos lo intentan hasta el final

Con el 60 a 52 empezaban los últimos 10 minutos, tiempo que los catalanes deberían exprimir al máximo y jugarlos con la cabeza suficiente para mantenerse en ACB. Y la salida parecía corroborarlo: presión defensiva al máximo y canastas rápidas le guiaban en su objetivo. Pero la desconexión que tenía en poco más de 2 minutos le condenaban a un final demasiado negro: Heurtel, San Emeterio y Bjelica anotaban 6 puntos que devolvían la diferencia de 10 puntos. Un triple del mismo Heurtel finalizaba un parcial de 13 a 1 que acababa por hundir a los manresanos, que habían tocado con los dedos la victoria.

Hasta el final del partido, el Manresa no cejaba en su empeño por conseguir una milagrosa remontada, pero no era posible, y el 81 a 70 condena al Bruixa d’Or a la LEB. A falta de 4 jornadas, la salvación es imposible, y, por el momento, se despide del baloncesto al más alto nivel.

El Caja Laboral, puede asegurar la segunda plaza de manera matemática en caso de que el FC Barcelona Regal perdiera en casa ante Asefa Estudiantes, lo que, de cara a los cruces en el playoff, podría darle alguna ventaja. Por el momento, se sitúa en la segunda plaza y con un balance de 21-7.