El juego duro del Laboral Kutxa se imponía desde las primeras acciones. Incluso después de perder el salto inicial y que el primer balón fuera para los locales, los de Sergio Scariolo demostraban sus intenciones trabajando muy fuertes en la pintura para evitar que Sofoklis Schortsanitis, Baby Shaq, se hiciera el amo del aro. Y lo conseguían, pues los primeros puntos tardaban casi 2 minutos en llegar.

Empezaría entonces un intercambio de puntos del que el pívot baskonista Tibor Pleiss saldría beneficiado. El alemán, más rápido que los interiores de David Blatt, conseguía postear y sumar desde la zona, con lo que hacía que su equipo dominara en el marcador. Los macabeos se mostraban faltos de ideas, con poco juego desde fuera: tras intentarlo desde la línea de triple y no anotar, no era capaz de parar a un Laboral Kutxa que se alejaba en el electrónico, con un resultado de 5 a 15.

El Laboral Kutxa dominaba el partido gracias a un juego más rápido e intenso

Por el momento, el ritmo de los vascos era superior al de Maccabi, desdibujado de la cancha por momentos y sin ningún referente en ataque al que seguir.  El muro defensivo que proponían los vascos se convertía en un verdadero quebradero de cabeza para los de Blatt y la renta vasca seguía aumentando.

Aun así, un rival como Maccabi siempre puede sorprender a cualquiera y un parcial de 7 a 2 lo corroboraba. De esta manera, volvía a entrar en el partido de lleno y a falta de pocos segundos para finalizar el primer período, Hodge rompía el corto dominio israelí con un triple sobre la bocina que dejaba el 16 - 20 en el marcador.

Precipitación a la hora de atacar

El serio trabajo que el Laboral Kutxa estaba desempeñando en defensa le estaba dando buenas opciones para alejarse de manera definitiva en el marcador, pero los nervios parecían llegar a la plantilla vasca: errores en las finalizaciones, pases perdidos y lo mejor para los de Scariolo era que no eran los únicos a los que les estaba pasando esto: el Maccabi empezaba, también, muy fallón debajo del aro y los minutos transcurrían sin que ningún equipo destacara por encima del otro.

Hodge y Pleiss estaban siendo los mejores para los vascos y su buen hacer tanto en los 1c1 del primero, como la efectividad cerca del aro del segundo, mantenían a Baskonia  en liza por el partido. La falta de contundencia para culminar un encuentro que se le planteaba muy bien condenaba al Laboral Kutxa, pues el Maccabi reaccionaba a tiempo. Por segunda vez en el encuentro, daba la vuelta al marcador y se ponía por delante en el marcador, por primera vez en los 20 minutos. Los errores vascos eran muy bien castigados por los locales y se llegaba al descanso con un 35 a 34 en el luminoso.

Revulsivo israelí

El parcial de 4-0 con el que empezaba la segunda mitad el conjunto amarillo daba muestras de lo que ocurriría en el tercer período: la recuperación del Maccabi era un hecho y sus mejores decisiones en ataque le devolvían la opción de poder competir el partido e, incluso, ganarlo.

Ahora eran los locales los que imponían un ritmo más alto, un baloncesto más efectivo que no daba la oportunidad al Laboral Kutxa de intentar volver al partido. Heurtel aparecía para maquillar un poco la diferencia de juego entre ambos equipos y junto a Hamilton y Bjelica, salvaba los muebles para decidir todo en los últimos 10 minutos.

De los 3 cuartos disputados, Scariolo había sacado una conclusión clara: Pleiss estaba siendo su mejor jugador y tendría que encomendarse a su buen hacer debajo del aro para presentar argumentos de cara a la victoria. Así, y aprovechando la confianza depositada en él, el alemán respondía con solvencia sumando rápido y empezando a alejar a su equipo en el marcador.

Los rebotes ofensivos y la manera de aprovecharlos era la mejor arma para los vascos, así que su juego seguía encaminado a obtener ventaja a través de ellos. La diferencia antes de acabar el partido era apabullante, 5 a 13, algo con lo que los vascos jugaron mejor. El juego interior vasco, además, también aportaba puntos al equipo y la asociación Bjelica-Pleiss fue lo mejor para el Laboral Kutxa.

Pleiss remata el partido

A falta de poco más de 1 minuto para finalizar el encuentro, el ex barcelonista Joie Ingles provocaba una falta penalizada con tiros libres, de los que sólo anotaba 1 y dejaba a su equipo a 1 punto. Dos fallos, uno en cada cancha, alargaban la resolución del partido hasta que Pleiss rompía el encuentro con un tiro lejano que ponía el 62 a 65.

Con 53 segundos, Maccabi decidía lanzar desde la línea de 6,75, pero erraba el tiro y daba la oportunidad al Laboral Kutxa para anotar. Jelinek, muy activo durante los 40 minutos de partido, sumaba una valiosa canasta que ampliaba la diferencia hasta 5 puntos. Era el turno de Maccabi, que pedía tiempo muerto para sacar desde su campo y ganar algunos segundos, una acción que caería en saco roto, pues perdía el balón con un mal pase y dejaba sentenciado el partido. Un tardío triple de los amarillos ponía en el electrónico el resultado definitivo, 65 a 70. El Laboral Kutxa se convierte en el equipo que se ha impuesto en las dos ocasiones al líder del grupo D y deja encarrilado su pase al Top 16.