El Laboral Kutxa empezaba el transcendental partido muy serio. Con el 5 inicial que Sergio Scariolo planteaba (Heurtel, Causeur, Pleiss, Nocioni y San Emeterio), los vascos presentaban candidatura a llevarse el segundo triunfo de este Top 16. La mala noticia en Vitoria era que Tibor Pleiss, muy importante en la pintura, se ponía con 2 faltas personales en poco más de 3 minutos, hecho que el FC Barcelona castigaría a la perfección.

Andrés Nocioni tomaba las riendas del equipo, y se erigía en el líder en ataque. Xavi Pascual, que estaba dando más rotaciones de lo normal en su plantilla, buscaba hacer daño en la pintura, teniendo en cuenta la ausencia de Pleiss en la pista. Con el gran número de cambios, el Barça no notaba la diferencia en su ritmo de juego, algo que sí pagaría caro Laboral Kutxa. La intensidad defensiva vasca bajaba, y empezaba a fallar más de lo necesario en ataque.

Aun así, el equipo de Scariolo encontraba en los rebotes ofensivos su mejor arma, y provocaba faltas de los catalanes tras segundas y terceras opciones. Es más, en los primeros 10 minutos, los vascos acabarían con 9 rebotes, 5 de ellos ofensivos. El primer cuarto acabaría con un alto 17-27, del cual Ante Tomic (10 puntos) y Marcelinho Huertas (7 puntos) eran los principales protagonistas. Fernando San Emeterio, por su parte, volvía a ser el capitán esperado y acompañaba a Nocioni en la faceta anotadora de Baskonia.

Diop da la talla

Scariolo se veía forzado a dar entrada a Illimane Diop, tras las 2 faltas cometidas por Pleiss y la ausencia de Lamont Hamilton. El joven canterano, que daba los primeros pasos algo indeciso, se sacudía los nervios y empezaba  trabajar en la pintura ante rivales como Dorsey y Tomic. La presencia de Adam Hanga en pista, además, daba solidez defensiva a los vitorianos y conseguían colocarse a 3 puntos (26-29) tras un parcial de 9-2.

Pasados unos 5 minutos del segundo cuarto, las decisiones en ambos equipos empezaban a aser muy precipitadas, y es que los 2 directores de juego, Huertas y Hodge, tomaban caminos muy parecidos: tiros forzados, pocas ideas en los sistemas de juego, y errores que privaban a sus equipos de marcharse en el resultado.

Cambio de directores de juego

San Emeterio y Jacob Pullen, que darían recambio a sus compañeros, parecían aportar aire fresco a cada plantilla. El cántabro, que luchaba por subir un peldaño la intensidad defensiva de su equipo, empataba a 29 el partido, culminando un buen parcial de 12-2.  El poco acierto del Barça desde la línea de 6’75 (1/7), dejaba el encuentro vivo al descanso, con el 31-33 en el Buesa Arena.

El inicio de los azulgrana en la segunda mitad empezaba por marcar diferencias desde bien temprano. Un parcial de 0-6 dejaba el 33-43 en el electrónico. Los de Pascual, que parecían haber recuperado el acierto perdido en el primer cuarto, ponían la directa y se encargaban de buscar bordar la primera vuelta del Top 16. Juan Carlos Navarro, inédito hasta entonces, aterrizaba en el Buesa Arena para sumarse al festival de puntos que ofrecían los catalanes.

Los jugadores interiores del Barça sumaron 40 puntos de los 80 finales, castigando muy seriamente a Baskonia

El juego interior del FC Barcelona, muy sólido, no notaba los cambios, y se mostraba intratable con un Ante Tomic excelente. A pesar de que los hombres de Scariolo no eran capaces de pararlos, aprovechaban las debilidades que el Barça mostraba para acercarse en el marcador y ponerse a menos de 10 puntos. Oleson y Navarro sumaban 2 triples seguidos y dejaban el partido a punto para culminarlo, con una ventaja de 14.

San Emeterio seguía manteniendo con vida a su equipo, con muy buenas acciones individuales, pero lo hacía sólo, algo que, a falta de 10 minutos para el final, y contra un equipo como el FC Barcelona, puede ser insuficiente. La desconexión del conjunto de Pascual daba algo de emoción a falta de 3 minutos para finalizar el encuentro, con el Laboral Kutxa sumando de manera rápida y acercándose hasta los 7 puntos. Las pérdidas de balón de los catalanes eran regalos inesperados para Baskonia, que no veía la manera de poder luchar la victoria.

Tomic volvía a aparecer para sentenciar un partido clave para el futuro de ambos equipos en la Euroliga. Sus compañeros, sabedores del buen hacer del croata en la pintura, lo buscaban y se apoyaban en él para acabar los sistemas. Sus 24 puntos le convertirían en el máximo anotador y en el más valorado del partido, y conducía al FC Barcelona a su séptimo triunfo en esta fase (el resultado final sería de 68-80).

Ahora, el pleno de victorias de los catalanes lo sitúan como líder del grupo E, mientras que el Laboral Kutxa, con  tan sólo 1 partido ganado, cae relegado a la última posición. A falta de la segunda vuelta, los números para los vascos plantean muy difícil su clasificación para el playoff europeo.

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Sobre el autor
Maria Cerezuela
Licenciada en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, aquí intento unir, lo mejor que puedo, mis 2 pasiones: el baloncesto y el periodismo.