El partido, muy importante para que el Laboral Kutxa reencontrara un juego algo desdibujado, empezaba muy de cara para sus intereses. Con un ambiente demasiado frío y poco ritmo de juego, Sergio Scariolo encontraba en Tibor Pleiss al mejor jugador para desatascar un inicio dudoso. A los 5 minutos de haber empezado el encuentro, el marcador se quedaba en un corto 8-6, protagonizado por las pérdidas de balón, demasiadas, de ambos equipos. Serían los pequeños de Baskonia los que empezarían a darle una marcha más al partido: Thomas Heurtel y David Jelínek aportaban intensidad y efectividad a partes iguales, con lo que el Laboral Kutxa empezaba a alzar el vuelo.

Los fallos en la definición dejaban al CB Valladolid estancado en los primeros 8 puntos, y mientras los locales confiaban en sus hombres exteriores y la conexión que encontraban con Pleiss para llegar hasta los 25 puntos, los de Ricard Casas pasaban de los 10 puntos de manera justa, 25-14 al finalizar los primeros 10 minutos.

Pozas como revulsivo

La entrada de Pepe Pozas, el último fichaje para los pucelanos, daba aire a un juego muy parado.  Además de aportar puntos, el malagueño provocaba las faltas de los vascos y sumaba en todas las facetas. Sinanovic, muy activo en la pintura, conseguía parar el juego interior de Scariolo, pero tenía que ser cambiado tras cometer su tercera falta personal. Sería entonces cuando el Laboral Kutxa abriera brecha en el marcador.

Pleiss anotaba a placer, con muy poca oposición, y aunque Dimitris Haritopoulos intentaba seguir su estela, contestando con las mismas acciones, la superioridad del alemán era bárbara y los vallisoletanos no conseguían finalizar la primera mitad con opciones claras de competir el partido. Baskonia, que había conseguido recuperar balones en defensa y correr para sumar al contraataque, estaba mostrando una versión muy seria y eficiente, de la mano de Pleiss (12 puntos y 8 rebotes) y Fabien Causeur y Devon Van Oostrum, muy acertados en las transiciones.

Aunque la defensa pucelana mejoraba tras el paso por los vestuarios, otro parcial favorable al equipo de Scariolo dejaba cerca el +20 para los vascos. Un 0-5 para los de Ricard Casas parecía dar muestras de recuperación, y las rotaciones daban buenos resultados al CB Valladolid. Aun así, la tarea de anotar seguía siendo el caballo de batalla para ellos, y pasados 6 minutos del tercer cuarto, el resultado era de 60-40.

Último esfuerzo para dar la sorpresa

El cuarto período, que los jugadores del Laboral Kutxa encararían más relajados, daba pie a que los pucelanos intentaran obrar el milagro y se acercaran hasta los 12 puntos. El 69-57 daba motivos a los de Valladolid para soñar, con el debutante Pozas resolutivo y Haritopoulos poniendo las cosas difíciles en cuanto a los rebotes se refiere. La conexión Hanga-Nocioni-Van Oostrum volvía a funcionar y endosaban un parcial de 7-0 que empezaba a dejar sentenciado el encuentro.

Scariolo daría más rotaciones para seguir con el ritmo que deseaba en el baloncesto de su equipo, y el Laboral Kutxa conseguía una victoria trabajada que le deja, por el momento, séptimo, con un balance de 10-10. El CB Valladolid, por su parte, sigue colista, pero las sensaciones que el fichaje de Pepe Pozas ha aportado al equipo parecen buenas consejeras para encarar una segunda fase en la que cada victoria valdrá oro para los pucelanos.

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Sobre el autor
Maria Cerezuela
Licenciada en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, aquí intento unir, lo mejor que puedo, mis 2 pasiones: el baloncesto y el periodismo.