Navarro señaló como la clave la puesta a punto del equipo en el primer cuarto, siendo conscientes de que "las victorias de Gipuzkoa Basket en casa se sustentan en un buen primer parcial y nosotros hemos querido poner energía". A su vez, dijo que el partido de competición europea ante el Olympiacos el viernes pasado les sirvió para el de ayer, en cuanto a  "la línea de dureza en el partido".

Por otra parte, señaló una de las virtudes del Laboral Kutxa, cada día más entonado a sus órdenes. "Cuando tienes el acierto que nosotros hemos tenido hoy, somos un equipo que juega a gusto, que corre y que defiende más". Alabó asimismo a las rotaciones, tras las bajas de Shengelia y Hansbrough. Destacó los muchos minutos que acumularon en sus piernas Causeur y Bertans, "sesenta minutos en cuatro horas".

Del mismo modo, se mostró satisfecho por la ayuda mostrada de los jóvenes canteranos, Ilimane Diop y Carlos Martínez. Navarro alabó el aspecto defensivo de sus hombres, que vigilaron en todo momento a los dos bases guipuzcoanos, Jared Jordan y Josep Franch, en especial la gran ayuda mostrada por Causeur.

Uno de los peores fue el rebote, por el que, en palabras de Navarro, "controlaron hasta cierto punto". Por último, se despidió citando con buenas palabras la actuación de Ilmane Diop: "Ilimame (Diop) no es un pívot como pueden ser Colton o Mirza pero tiene otras cosas que, si sabemos buscarlas, está claro que podrá ayudarnos”