El primer partido de playoff entre Unicaja y Laboral Kutxa Baskonia recuerda en algunos sentidos a aquel partido que hace unas semanas enfrentaba a los mismos equipos, en el mismo escenario y en la última jornada del TOP16, donde el equipo de Joan Plaza sin tener ninguna posibilidad de clasificación para la siguiente fase de la competición se impuso al de Ibon Navarro, que por su parte se jugaba precisamente la clasificación al TOP8.

El partido comenzaba con muchos nervios y precipitación por parte de ambos equipos tal y como es habitual en estos primeros partidos de Playoff. Sin embargo, Unicaja fue el primero en desperezarse y tras cuatro puntos de Golubovic y cinco de Toolson para un 9-2 inicial a favor de los andaluces a falta de 6:29 para el término del primer cuarto.

El tiempo muerto solicitado por el entrenador visitante Ibon Navarro no tuvo el efecto deseado para su equipo, y Laboral Kutxa por su parte seguía con la precipitación inicial, realizando tiros tras un solo pase en la jugada una y otra vez. Además, la actividad defensiva de Unicaja estaba siendo espectacular y su intensidad junto con la pasividad de los jugadores baskonistas les permitía capturar un rebote ofensivo detrás del otro, siendo hasta ese momento uno de los mayores culpables de la diferencia en el marcador. Sin embargo, con la entrada en el campo de Hopson y Shengelia el Laboral Kutxa endosaba un 0-6 de parcial para colocarse a 3 puntos del Unicaja.

Descalabro visitante

A partir de aquí comenzaba el descalabro ya que pese a que el partido se convertía por momentos en un correcalles que ningún equipo controlaba, el Unicaja le sacaba más provecho gracias sobre todo a los errores de Adams (que se sucedieron durante todo el partido) y su gran acierto al final del primer cuarto, al final del cual se llegó con un 18-11.

Al comienzo del segundo los rebotes en ataque de los visitantes y entre ellos sobre todo de Golubovic (que llegó a acumular 10 al final del segundo periodo, 6 de ellos en ataque) marcaban la diferencia frente a un Baskonia que no tenía ninguna intensidad defensiva y plagado de jugadas individuales por parte de todos los jugadores que iban rotando en el campo, personificado sobre todo en un Adams a quien Jayson Granger le comía continuamente la tostada en el puesto de base.

El avance de los minutos no cambiaba el rumbo de partido. Muestra de ello es el 35-6 que mostraban las estadísticas en el apartado de valoración a falta de menos de cuatro minutos para el descanso, al que se llegaba con una diferencia de 13 puntos a favor de los andaluces (39-26).

Más de lo mismo

La salida de ambos equipos al descanso se antojaba importante para el devenir del partido, ya que una mala salida de Baskonia o una muy buena de Unicaja podría dejar el choque visto para sentencia antes de lo previsto. Y así sucedió. De nuevo la intensidad de Unicaja tanto en defensa como en la carga del rebote ofensivo hizo que Laboral Kutxa se viese completamente superado por los de Joan Plaza. Los vitorianos volvían a pecar de individualistas una y otra vez, y el Unicaja, que por su parte estaba moviendo bien el balón rompió el partido con un gran parcial colocando un 46-26 en el marcador en los dos primeros minutos y medio de la segunda mitad.

A partir de aquí, un Unicaja muy relajado y un Baskonia sin ninguna idea ni en ataque ni en defensa continuaron en la misma dinámica durante todo el cuarto, llegando incluso a ventajas de más de 25 puntos, como la del final del periodo (61-35), la cual fue la máxima de todo el partido.

Reacción para la esperanza

En el último cuarto, en cambio, comenzó con un ritmo diferente por parte de los vascos, sacando la garra y el orgullo que les había faltado durante todo el resto del partido. Unicaja por su parte, con el partido ya resuelto gracias a la diferencia lograda hasta ese momento, salía relajado, por lo que recibió un parcial de 2-13 en contra en los primeros 5 minutos. Los vitorianos con Shengelia, Hanga, Iverson y Hopson en pista había ganado claramente capacidad en el rebote tanto defensivo como ofensivo, y por un momento parecía que Ibon Navarro había dado con la tecla para encontrar el buen camino.

El partido acabó sin más dilación, y con ambos equipos pensando más en el partido del sábado, en el que se verá si el Baskonia es capaz de revertir la situación, o si el Unicaja se clasifica por la vía rápida a semifinales, en las que previsiblemente le espera el F.C. Barcelona, que ha arrasado también en su primer partido de eliminatoria en casa al Joventut de Badalona.