La Bruixa d'Or claudicó en su cancha ante el Cajasol (76-92) y no pudo ofrecerle una victoria a Jaume Ponsarnau en su último encuentro en el Nou Congost como técnico del equipo grana. Los locales fueron siempre a remolque del conjunto sevillano, que encadenó varios parciales imposibles de contrarrestar para los locales. El mejor del Manresa fue Hanga con 19 puntos, aunque terminó siendo eliminado por cinco personales.

Salió el equipo de Aíto García Reneses como un obús y comandado, sobre todo, por Williams con seis puntos y Satoransky con cinco se fue arriba en los primeros compases del encuentro (2-15). Ponsarnau pedía el primer tiempo muerto que quería cortar cuanto antes el torrente anotador del conjunto andaluz. Reaccionaba entonces el conjunto grana, que buscaba recortar distancias por medio de pesos pesados como Hanga y Troy DeVries, que comparecían en la cancha tras no haber salido en el quinteto inicial.

Hanga con seis puntos y DeVries con tres triples consecutivos respondían a las canastas desde el tiro de tres de Bagdnovic y Balvin. Finalizaba el primer cuarto once abajo el Manresa, que necesitaba dar un paso más en ataque y conceder menos en defensa, donde con muy poco el peor ataque de la competición (71,5) estaba consiguiendo canastas muy fáciles y tiros cómodos, tanto de los exteriores como para los jugadores en la pintura.

Mejora en defensa, atasco en ataque

Comenzaban el segundo cuarto con los dos conjuntos dispuestos a hacer sangre a la mínima ocasión. Yanev, con cinco puntos, recogía el testigo de DeVries y Hanga, que también seguían aportando desde la línea de 6,75. El encuentro se volvía por momentos embarullado, con ambos contendientes errando pases y perdiendo balones. Los fallos tanto en defensa como en ataque propiciaban, además, numerosas interrupciones por falta personal, aunque no siempre se traducían en puntos desde la línea de 4,60.

Subía una marcha el Cajasol en el final del segundo acto, con un parcial de 2-8, mientras los de Ponsarnau se atascaban en la circulación del balón y no encontraban situaciones fáciles de ataque. Tampoco atinaban los jugadores grana desde el tiro exterior, lo que mermaba en gran medida la aportación ofensiva del conjunto local, que conseguía su segunda mayor aportación desde la línea de 6,75. Aunque conseguía cortar al final del período el torrente ofensivo de los de Aíto, la Bruixa se iba al descanso por debajo en el luminoso (35-46)

Parcial demoledor de los de Aíto

Con un triunfo quería despedir la Bruixa d'Or a Ponsarnau y el equipo saltó a la cancha dispuesto a darle la vuelta al marcador gracias a un parcial inicial de 7-3 que dejaba en siete puntos la diferencia del Cajasol con los grana. Reaccionaba también el conjunto visitante, que encadenaba una serie de canastas para mantener las ventajas en el luminoso. Gracias a la buena mano de hombres como Asbury y Blakney mantenían a raya las acometidas locales. Dos triples consecutivos de Bogdanovic y Satoransky ponían tierra de por medio entre Cajasol y Manresa, que afrontaban el último cuarto sin haber sido capaces de revertir la situación y dejaban su aportación ofensiva en unos escasos siete puntos.

No entraron con buen pie los grana en el último cuarto, que se veían superados por un increíble parcial de 0-18 del Cajasol, que rompía definitivamente el encuentro (42-67). El duelo se ponía muy cuesta arriba para los intereses de los locales, que no eran capaces de nadar contracorriente, en un partido en el que siempre habían ido a rebufo de los andaluces. Tiraban de orgullo en los últimos minutos del choque los jugadores del Manresa y con sendos triples de Hanga y Aleksandrov acortaban las diferencias (73-87).

Pero la empresa sería imposible para los de Ponsarnau, pese a que conseguían anotar 34 puntos en este período. Los grana no eran capaces de remontar un duelo ante un equipo que firmaba un resultado muy por encima de sus promedios. Palsson cerraba la anotación grana con un triple al que respondía Burjanadze, que le daba el golpe de gracia a los locales. Finalizaba el partido en el Nou Congost con una nueva derrota de la Bruixa, que no podía brindar un triunfo a su afición ni homenajear con una victoria a Ponsarnau, que abandonará el club a final de temporada.