Se podría decir que era crónica de una muerte anunciada. Por un lado, el Bilbao Basket completamente huérfano en la pintura contra el equipo con mejor fondo de armario en cuanto a pivotes se refiere. Los locales, sin Hamilton, su referencia bajo el aro, ni el sustituto Rakovic, tenían que conformarse con el joven Samb y tan solo tres jugadores en la rotación, pues hoy tampoco pudieron echar mano de Kostas Vasileiadis y esta vez, ni Fran Pilepic (-3 de valoración) ni Raúl López (-5) fueron la solución a los problemas de los de Katsikaris. El Valencia jugó a cansar a los de negro, que tuvieron que poner mas corazón que fuerza e incluso dieron esperanzas a su público con un tercer cuarto en el que parecía que la victoria no iba a ser sorpresa, pero el Valencia, como depredador esperando la claudicación de su presa, asestó la puntilla al Bilbao Basket cuando ya no quedaría tiempo para una milagrosa reacción.

Ribas y Rafa Martínez daban brío al comienzo del partido, con un Bilbao inerte en la pintura que no encontraba espacio al contrario que su rival, que conseguían con facilidad penetraciones y canastas. Katsikaris iba a tener que detener el cronómetro con un parcial de -8 (4-12) e iba a ser el capitán Alex Mumbrú, quien sacaría las castañas del fuego para el Bilbao Basket con un triple. En su ayuda vendría Grimau para poder acercarse a los de Perasovic, que habían sido un vendabal hasta entonces, llegando al 13-16 del final del primer cuarto.

El Valencia, como depredador esperando la claudicación de su presa, asestó la puntilla al Bilbao Basket cuando ya no quedaría tiempo para una milagrosa reacción.

La experiencia de los hombres de casa iba a ser un grado diferencial en el partido. Con Raúl López, un hombre que de estadísticas no entiende mas la pareja Mumbrú-Grimau, que se las saben todas, tiraron de orgullo para dar una marcha mas al partido y conseguir las primeras ventajas. Si Faverani anotaba desde tres, el catalán no iba a ser menos y se marcaba un 2+1, pero de nuevo la calidad del valencia iba a reaparecer. Parcial 4-12, de la mano de triples de Dubljevic, y grandes acciones como un "coast to coast" de Lishchuk o robos como el protagonizado por Doellman para dejar las cosas como estaban al descanso (31-38), ventaja que podía haber sido de mas si el triple final de Kelati hubiera entrado.

El tercer cuarto, que comenzaba como si se fuera a dar continuidad a la agonía de la primera mitad, consiguió hacer que buenas acciones dieran aire al equipo que, trataba de revolverse de la encerrona valenciana como gato panza arriba. Lishchuk volvia a hacerse grande colocando distancia de 11 en el elctrónico pero de nuevo Mumbrú y Grimau aparecieron para llegar a empatar, con la ayuda de Hervelle, otro todo corazón, a 47 a falta de poco mas de 3 minutos para el final, pero un inconmensurable Doellman sacaba un 2+1 y San Miguel dejaba el marcador en 49-51 para los últimos diez minutos.

Puntilla final

Sin embargo, no hubo cabida para una pelea a igualdad de condiciones. La poca fuerza defensiva del Bilbao Basket, que no era capaz de multiplicar los esfuerzos de Grimau y Hervelle como si de panes y peces se trataran, hacían que el Valencia bombardeara Bilbao con una lluvia de triples. Solo uno de Moerman pudo darle un poco de picante, que finalmente demostró que solo sirvió para alargar el descabello. San Miguel finiquitaba el partido desde el perímetro a falta de un minuto con el 55-66, diferencia insalvable para un Bilbao Basket derrotado. Hoy por hoy, la cuarta plaza es cosa de dos: CAI Zaragoza y Valencia. Bilbao desciende al sexto puesto y necesitará depender de los maños si no quiere vérselas con el Barcelona en cuartos de play-off.

VAVEL Logo
Sobre el autor
Jon Álvaro Martín Álvarez
Fútbol, baloncesto y música. De la generación del 93.