Después de tres derrotas consecutivas, el Bilbao Basket necesitaba una victoria para demostrar a su afición que pese a los cambios, continuaban siendo un equipo a tener en cuenta, y que les queda orgullo para volver a competir en Europa, como lo hicieron el año pasado. El rival a batir esta noche era el Cedevita de Zagreb un partido que se presentaba difícil y así fue.

El primer cuarto arrancó con un ritmo trabado con varias pérdidas y una débil defensa, con muchas imprecisiones en ataque, sin embargo cuando realizaban un buen movimiento de balón encontraban tiros fáciles que lograban anotar. El Cedevita tampoco jugó con fluidez en ataque,  pero con un gran acierto desde la línea de triple lograron un parcial de 0-9 que logró romper Pilepic tras una gran jugada individual. El primer cuarto finalizó con un 15-18 favorable a los croatas.

En el segundo cuarto Mumbrú consiguió igualar el partido con un triple. Lukauskis imprimió un ritmo superior al partido con el que consiguieron ponerse por delante en el encuentro. El Cedevita Zagreb aprovechó el bonus para remontar el partido desde los tiros libres, mientras que el Bilbao Basket se bloqueaba en ataque y solo encontraba el aro desde el lanzamiento de 3 puntos. Por este camino lograron irse al descanso dominando en el  marcador después de un cuarto difícil ante un Cedevita que en ningún momento bajó los brazos.

Reacción local

Tras el descanso el Bilbao Basket despertó en ataque pero defensivamente cometió errores que le penalizaban y le impedían ponerse por arriba en el marcador. Nolan Smith mantenía al Cedevita de Zagreb en el partido ante unos locales que afinaron la puntería en el vestuario de cara a la segunda parte, como demostraron en la cancha. En los últimos minutos los bilbaínos subieron la intensidad defensiva y gracias a esto les permitió encarar el último cuarto con una ventaja de 8 puntos sobre el rival.

El último cuarto estuvo protagonizado por el cansancio de uno y otro equipo. Smith volvió a coger las riendas de su equipo para intentar remontar la desventaja que sufría su equipo. Por parte del Bilbao Basket, Grimau y Pilepic anotaron en un momento clave para mantener a su equipo por arriba en el marcador. El partido llegaba a su fin y daba la sensación de que podía ganar cualquier equipo, pero Mumbrú resultó decisivo en los segundos finales del partido al anotar 2 triples consecutivos que cerraron el partido.

Llegó la primera victoria para el Bilbao Basket en Eurocup, una competición en la que tendrán que demostrar un buen nivel para repetir el éxito del año pasado.