"Si seguimos centrados y paso a paso las victorias vendrán seguro en Liga. Tenemos un buen equipo y el método es bueno". De esta manera quería Germán Gabriel intentar tranquilizar los nervios que rondan en el seno del equipo, por esas tres derrotas consecutivas en el campeonato doméstico. El equipo no arranca ante rivales de su tamaño y pese a tener una plantilla de gran nivel, el problema en defensa y de compenetración todavía marca diferencias en partidos complicados, como bien reconocía el propio ala-pívot: "Ha habido lesiones y esta ha sido la primera semana que hemos entrando todos juntos y todavía nos falta entendernos un poco".

Hoy, el equipo más flojo del grupo visita el Bilbao Arena y los de Rafa Pueyo tienen la necesidad y la obligación de brindar la tercera victoria europea de la temporada, que por una parte les pondría líderes del Grupo B rumbo al Last 32, y por otra parte, serviría para presentar una demostración de solidez y superioridad que de momento en este equipo no se ha visto. Los últimos dos partidos se vencieron con mucho sufrimeinto (prórroga incluida ante Dinamo Sassari) por lo que una victoria cómoda es lo que la lógica baloncetística y la afición piden a gritos, puesto que la entidad del rival lo propicia.

El Belgacom Spirou

El equipo de la ciudad de infausto recuerdo para los MIB, podría reconocerse como el sparring del grupo B. Si ya la temporada pasada contando mejor equipo, fueron eliminados de la fase regular incapaces de cosechar ninguna victoria, en un grupo comandado por el propio Bilbao Basket, de momento, este año la temporada tampoco pinta mejor y cuenta sus partidos de Eurocup por derrotas; sin embargo, en Liga son tres los partidos ganados y dos los perdidos, en una débil liga belga en la que marchan segundos.

Los de Rafa Pueyo tienen la necesidad y la obligación de brindar la tercera victoria europea de la temporada.

Los peligros del Belgacom Spirou vienen de la mano de su pívot estadounidense Mohamed Abukar, líder del equipo en puntos en esta competición con una media de 18.5, jugador con capacidad de anotar de dos y hasta de tres. Es la zona interior, precisamente, en la que más problemas encuentra el equipo bilbaíno, la que mejor funciona en este Belgacom Spirou Charleroi. El ala-pívot Devin Green es el especialista defensivo del equipo, líder en rebotes, que será la pareja de baile de Áxel Hervelle y Darryl Watkins, otro contundente center de 2,11 metros, también de carácter defensivo.

Oh, capitán

Álex Mumbrú es ahora mismo el hombre más en forma del Bilbao Basket. Firmando actuaciones increibles, es el hombre que tira del carro y el referente del resto de jugadores que poco a poco se unen a su obra. Ya lleva dos jornadas consecutivas formando parte del cinco ideal del la Liga Endesa y parece ser que esos altibajos de la temporada pasada ya están superados.

Los peligros del Belgacom Spirou vienen de la mano de su pívot estadounidense Mohamed Abukar, líder del equipo en puntos.

Hoy tiene otro partido en el que puede que sea el terror del Belgacom. Mientras no baje el nivel, está llamado a ser el hombre a seguir por todo aquel que se enfrente a este equipo.

Nefastos recuerdos

Por otro lado, el partido de hoy rememora uno de los momentos más vergonzosos de la pasada temporada. Se enfrentaban estos dos mismos equipos en el último partido de la fase regular, en un choque que no suponía para ninguno más que un mero protocolo pues todo se encontraba decidido. Sin embargo, tras la bocina final, un revolucionado Matt Walsh (que ya no se encuentra en las filas del Belgacom), que había estado picándose con varios jugadores y con el público de Miribilla durante gran parte del encuentro, mientras se saludaban amistosamente el resto de jugadores, no se le ocurrió mejor cosa que propinar un empujón a Áxel Hervelle. El resultado fue el siguiente: