El segundo mejor ataque de la liga y la tercera mejor defensa se econtraban en Zaragoza. Dos equipos en posición de playoffs pero separados por esa barrera que marca el estatus conseguido por el nombre y las actuaciones durante las últimas temporadas. Sin embargo, a diferencia del partido de ida, el CAI Zaragoza hizo buenas sus virtudes para desmantelar la propuesta de un Valencia muy rígido, igualándolo en la clasificación con 13 victorias y 9 derrotas.

Importantísima victoria la conseguida por el equipo maño que lo afianza como fijo en los puestos altos de la tabla. El partido comenzaría desde el principio marcando el camino que llevaría a la victoria local. Henk Norel guiaba a su equipo en los primeros instantes, marcando las primeras diferencias ante un Valencia que empezaría el partido muy desacertado. Con la confianza del holandés y el acierto de Rudez, el CAI conseguía llegar al descanso con el partido encaminado a la espera de que la temida 'pájara' maña no hiciera una nueva aparición.

En Valencia las cosas no funcionaban, pese a ser capaz de recuperar siete balones al conjunto maño, la defensa rojilla provocaba otras 11 pérdidas para el bando taronja, que además se mostraba nulo desde la línea de tres puntos (0/9 en triples). Estos argumentos aupaban al CAI que llegaba al descanso con una ventaja de diez puntos (34-24). 

Conato de incertidumbre

Pero el Valencia es demasiado serio como para dejar un partido tirado al descanso, y a la vuelta a cancha Markovic abría la veda en el apartado de triples. A Markovic le seguirían Kelati y Pau Ribas, ahogando la ventaja maña momentáneamente. Y es que los maños responderían con la misma medicina. Van Rossom y Llompart se pondrían el traje de faena para volver a estirar la ventaja hasta los doce puntos.

Las imprecisiones marcarían el devenir del partido, seco y áspero para el espectador, que contemplaba como la defensa del CAI era argumento suficiente para reducir a un Valencia muy desdibujado. La pareja de bases maña se vió además aderezada con la aparición de Javi Marín, el canterano maño que diputó un total de siete minutos en pista.

Al final la pelea por el average también se iría del lado del CAI, que se aposenta sin duda alguna entre los mejores de la Liga Endesa, con un concepto de basket claro y muy eficiente para deshacerse de la mayoría de los rivales de su nivel.