Los triples daban los primeros compases del partido, de mano de Roll por parte del CAI y de Markovic para los taronjas. Jones, que había salido de inicio, se hacía un hueco en la pintura, aportando puntos desde el poste bajo, y planteando una defensa muy fuerte abajo. Golubovic, que le acompañaba en la zona, estaba muy activo, y luchaba cada balón como si fuera el último.

Con el precedente del jueves, todo parecía indicar que el Valencia Basket podría permitirse un partido un tanto plácido, pero el CAI lo impedía con uñas y dientes. Roll, que se embolsaba 7 puntos antes de finalizar el primer cuarto, lideraba la anotación de los maños, mientras que en el aro valenciano, Markovic y Dubljevic se encargaban de igualar los puntos del CAI. A pesar de ser el segundo partido de la serie, parecía una final, pues ambos equipos luchaban por no descolgarse en el marcador y no había un dominador claro del encuentro.

El CAI Zaragoza se mostraba nervioso, fallón, y el Valencia Basket anotaba en casi todos sus ataques.

El ambiente del Príncipe Felipe, que es un aliado perfecto para estas ocasiones, respondía con una de las mayores entradas en lo que va de liga, y animaba a conseguir la victoria. El primer cuarto, que finalizaba con un tiro de Rafa Martínez sobre la bocina, se quedaba en el 21 a 17 favorable para los rojillos. Jones, con 6 puntos, y Michael Roll, con 7, estaban siendo los mejores para el CAI

La sólida defensa que caracteriza al CAI empezaba a aparecer en Zaragoza, pero el Valencia agotaba las posesiones para acabar anotando en cada acción (Robinson, con un triple sobre los 24 segundos, y Dubjlevic, que repetía la acción de su compañero, daban la vuelta al marcador y se ponían por delante). Llegaba entonces el peor momento del CAI: al exceso de faltas que estaba cometiendo se le sumaba el poco acierto y los fallos inexplicables que estaba teniendo en ataque. Además, en defensa cedía canastas fáciles a los jugadores taronjas, así que las canastas visitantes llegaban con mucha facilidad.

Dos acciones defensivas excelentes, que las conseguían Aguilar y Roll, devolvían la igualdad en el marcador, con el 39 a 39, y el segundo período acababa con el resultado de 43 a 42. Roll, con 12 puntos, seguía siendo el mejor de los rojillos, y Stefansson, aunque más efectivo en defensa que en ataque, le seguía en cuanto a anotación.

Festival de triples para empezar la segunda parte

El partido parecía estar predestinado a decidirse al final de los 40 minutos, y las ganas con la que empezaban ambos equipos la segunda mitad daban fe de ello. 5 triples, 2 para los locales y 3 para los valencianos, daban comienzo al tercer cuarto, pero eran las canastas de 2 las que decantaban la balanza hacia los visitantes.

Doellman, con 5 puntos seguidos (el mejor del partido, con 29 puntos y 30 de valoración), se encargaba de poner tierra de por medio, y lideraba al Valencia Basket hacia su máxima diferencia hasta el momento, más 8. Era el momento de parar la sangría taronja, y Abós lo hacía con un tiempo muerto. En el descanso, pedía tranquilidad a sus jugadores y paciencia a la hora de aprovechar las segundas opciones tras los rebotes ofensivos. El CAI se encontraba en un momento crítico: cada vez que fallaba en ataque, el Valencia anotaba en pocos segundos, y esto hacía más grande la diferencia, lo que obligaba al CAI a defender como fuera para evitar puntos fáciles.

El tercer período, que finalizaba con un parcial de 0 a 6, parecía empezar a escribir el resultado final, pero nada más lejos de la realidad, el espectáculo empezaba entonces. Los maños planteaban una defensa zonal para intentar robar balones y conseguir puntos de manera más fácil, al contraataque. Y conseguía sus frutos: 4 puntos seguidos de Jones reducían la diferencia a 5. El Valencia, que no estaba dispuesto a dejar escapar la oportunidad de conseguir el 2 a 0 en la serie, tiraba de veteranía y anotaba 7 puntos del tirón, lo que devolvía al marcador el más 10.

Rudez y Roll le aguan la fiesta a Valencia

A falta de 4 minutos, el CAI debía obrar el milagro para dar la vuelta al partido, y los encargados de ello fueron Rudez y Roll. Entre los dos anotaban 4 triples  con los que se ponían a 3 por debajo. Golubovic, muy atento en la pintura, cortaba las opciones de Valencia de anotar, y Roll ponía por delante al CAI después de muchos minutos sin estarlo. El Príncipe Felipe enloquecía, y se preparaba para ser el sexto jugador. Al grito de “Sí, se puede” arengaba a los suyos y convertía al pabellón en una olla a presión. Doellman, experto en estos lares, sumaba 5 puntos consecutivos para forzar la primera prórroga.

Duelo entre Van Rossom y Doellman

El base belga del CAI empezaba el tiempo añadido con un muy buen 2+1 y forzaba la expulsión de Markovic por 5 faltas personales. Ribas y Doellman seguían su ritmo anotador y no fallaban sus acciones individuales. La presión a toda la pista de los maños no era lo efectiva que Abós hubiera deseado, y aunque los puntos llegaban desde fuera, desde la línea de 6,75, no acababa de encajar.  Los tiros libres decidieron este primer tiempo extra y Van Rossom, que la tuvo en sus manos, falló la canasta decisiva, así que se jugaría una segunda prórroga.

Mismo guión, mismos jugadores, pero más minutos en sus piernas, lo que empezaba a notarse en los ataques de ambos equipos. Los fallos se sucedían en ambas canastas, y otra vez los tiros libres eran los que iban decantando el resultado. Ribas, que tenía los últimos lanzamientos, forzaba una tercera e insólita prórroga.

Llompart cogía las riendas del equipo y tiraba de veteranía para llevarse el partido, mientras que Rafa Martínez le contestaba de igual manera, así que el encuentro parecía estar sumido en una prórroga constante. Un inimaginable tiro de Rudez adelantaba al CAI, lo que hacía estallar al Príncipe Felipe. En la última acción, los valencianos contaban con posesión, pero fallaban y Golubovic cogía el rebote, con lo que los maños igualan la serie.