Pese a tener el partido perfectamente controlado, los maños sufrieron al final para doblegar a un Joventut que peleaba cada balón como si fuera el último. La igualdad entre ambos equipos ya la conocíamos, puesto que los dos llegaban a este partido con un balance de 3-3. Y eso mismo es lo que hemos podido ver en esta jornada matinal de baloncesto.

De poco sirvió el espectacular arranque del equipo ‘rojillo’, ya que tras la salida de vestuarios las tornas se igualaron de cara al conjunto catalán. Sin embargo, los zaragozanos supieron jugar mejor los últimos minutos y se llevaron un partido atado al suspense (87-83).

Buen arranque local

El CAI Zaragoza comenzó el partido a un ritmo vertiginoso. Con fuertes penetraciones de los jugadores exteriores, que además, se mostraron intratables desde la línea de 3 puntos. El resultado fue un tempranero parcial de 10-0 cuando solo había transcurrido un minuto y medio de partido. El FIATC Joventut apretó en defensa y se puso manos a la obra en ataque para recortar distancias, pero las continuas rotaciones de Abós lograban que su equipo no perdiera la concentración en ningún momento. Las continuas bandejas de Roll y Tabú impidieron al equipo catalán acercarse en el luminoso, y al final del primer cuarto se llegó con 10 puntos de diferencia (30-10).

Intensidad defensiva, rebote y correr al contrataque. Esas eran las pautas impuestas por el técnico maño y que el CAI estaba llevando a la práctica perfectamente. La Penya no veía forma de para el vendaval aragonés (41-28, min 13). Salva Maldonado introdujo cambios en su quinteto para paliar el nefasto papel que estaban realizando sus jugadores. En cierto modo funcionó, aunque la reacción verdinegra fue muy tímida (48-38, min 17). Shermadini y Mirralles seguían con su pugna en la pintura, mientras Tabú dominaba el tiempo del partido a su antojo. Tanto fue que el segundo periodo se cerró con un triple del base belga sobre la bocina.

Reacción visitante

16 puntos (56-40) de diferencia al descanso para los locales, una renta que parecía casi insalvable viendo el juego de ambos equipos. Sin embargo, el choque cambió de dueño tras la reanudación de este. Kirksay emergió para liderar la reacción de la Penya, que solo vio como respuesta un lejano triple de Roll. La intensidad defensiva mostrada en la primera parte por los ‘rojillos’ desapareció, y Shermadini ya no parecía ser tan dominante en el poste bajo. El conjunto badalonés aprovechó el bajón de los zaragozanos para subir la intensidad de juego y meterse de lleno en el partido. El resultado fue un parcial de 9-22 que hacía encender las alarmas en la marea roja.

El inicio de los últimos 10 minutos fue un tanto titubeante. Con mucha prudencia por parte de los dos equipos, ya que sabían que un falló les podía condenar con la derrota. Pero Kirksay seguía a su suyo, y anotó un triple que ponía a su equipo a tan solo 2 puntos (75-73). En ese momento surgió el factor de la afición local al grito de “Zaragoza nunca se rinde”. Josehp puso por delante a la Penya con un triple (77-78), y entonces aparcería la figura de Pere Tomás.  El ex jugador verdinegro no tenía la intención de perder frente a su anterior equipo y tras una buena defensa volvió a colocar al CAI con la ventaja a su favor. En el último minuto se entró con todo por decidir y con un constante intercambio de puntos desde la línea de personal. En ese duelo los ‘rojillos’ se mostraron mucho más fiables y, de la mano de Llompart y Sanikidze, lograron dejar el triunfo en casa (87-83).