La Virtus de Roma empezaba muy fuerte, y aun no pudiéndose clasificar para la siguiente fase de la Eurocup, jugaba con la opción de actuar como árbitro en el baile de posiciones del grupo D. El 5-0 de inicio daba muestras de ello, pero la reacción maña, culminada con un triple de Michael Roll, les hacía seguir a la zaga de los italianos.

Después de 5 minutos jugados, las malas sensaciones se apoderaban de ambos equipos: ataques precipitados, malas elecciones a la hora de tirar, y demasiados nervios que deberían calmar para poder jugar un buen partido. La entrada de Albert Fontet suponía un soplo de aire fresco para los de José Luis Abós, y es que el pívot conseguía sumar y empatar el encuentro a 18.

Fontet da contundencia al juego maño

El huracán Fontet seguía de dulce, y además de provocar un valioso 2+1, repartía asistencias a sus compañeros, en este caso a Joseph Jones. La pareja de interiores más secundaria del CAI estaba siendo el mejor arma para los rojillos. Por su parte, los exteriores de la Virtus se mostraban muy flojos en defensa, con lo que los tiros desde fuera y las penetraciones de los hombres más rápidos del CAI llegaban solos. Un especialista en estos lares, Michael Roll, estaba jugando un baloncesto fácil y efectivo, y sumado a la mejor defensa maña, la diferencia en el electrónico iba aumentando.

Jonathan Tabu y Viktor Sanikidze protagonizaban otro arreón de los rojillos, y tras 7 puntos casi seguidos, ponían la mayor diferencia hasta el momento en el marcador, 37 a 43, resultado con el que finalizaba la primera mitad. Los porcentajes de tiro de los maños habían mejorado, y Roll, con 10 puntos, y Sanikidze, que se había adueñado de la pintura (8 puntos y 6 rebotes), encabezaban a un CAI poco metido en el partido.

Los italianos parecían dispuestos a convertirse en verdugos de los equipos que contaban con opciones para pasar de fase

Para el equipo zaragozano, el tercer cuarto era una copia del inicio del partido: problemas para encontrar el ritmo de juego, poco acierto en las finalizaciones, demasiadas pérdidas de balón y un relajo excesivo en un encuentro crucial en esta primera fase. La Virtus, que optaba por jugar transiciones más rápidas, estaba haciendo mucho daño a los de Abós, poco acertados en el balance defensivo; además, y penalizados con muchas faltas, el CAI perdía su ventaja y se imponía por sólo 6 puntos a falta de 10 minutos para acabar el encuentro.

Un triple de Tabu frenaba las aspiraciones italianas, pero la actitud defensiva maña, poco contundente, daba opción a que la Virtus siguiera con opciones de cara a llevarse el partido. Abós decidía jugar con 2 bases para controlar el tempo del partido y controlar su juego. Así, y gracias a una técnica señalada al conjunto de Luca Dalmonte, el CAI ponía tierra de por medio y se alejaba de hasta 10 puntos. Era el momento para culminar el encuentro y asegurar la victoria, pero el final sería el menos pensado.

Con el recuerdo de Bonn en la cabeza

Un intercambio de canastas traía los malos recuerdos de Bonn, y 2 balones consecutivos perdidos, asegurado por un triple de Righetti, ponía el 71 a 75 y encendía las alarmas en el banquillo caísta. El pabellón apretaba, y la actitud de los italianos, radicalmente opuesta a la del CAI, que jugaba muy confiado, le ayudaba a darle la vuelta al marcador.

La acción que marcaría la caída del CAI sería una posesión en la que no encontraba la manera de sumar, a falta de poco más de 2 minutos. Dos tiros libres en cada canasta dejaban el 78 a 81, con tan sólo 47 segundos por disputar. Un triple desde 10 metros de Baron empataba el partido, y Tabu, que dirigiría al CAI en la siguiente acción, en la que debía sumar para ponerse por delante, perdía el balón y la Virtus anotaba la última canasta del partido. De esta manera, finalizaba el encuentro 83 a 81, pero el CAI tenía que esperar al resultado entre el Belfius Mons-Hainaut y el Telekom Baskets Bonn para conocer su destino en la competición continental.

La victoria del Belfius en la prórroga certificaba el pase del CAI a la siguiente fase de la Eurocup, un hito con el que el conjunto maño vuelve a hacer historia. A falta de una jornada por disputar, el CAI ya no debe preocuparse por pasar de fase, y obtiene, así, el primer objetivo de la temporada.