Con 5 triunfos y 3 derrotas, el CAI Zaragoza ha completado una primera fase con una calificación de notable. En su año de debut en la competición europea, el conjunto maño no se ha amilanado en ningún momento y ante ningún rival, e incluso ha luchado hasta el último momento por el segundo puesto del Grupo D.

Poco tiempo le faltó al equipo de José Luis Abós para poner en marcha la maquinaria. Después de unos primeros minutos de reconocimiento entre ambos equipos, los maños endosaron el primer parcial (15-9), gracias en parte a varias buenas defensas que provocaban el desajuste defensivo del rival y las canastas al contraataque. No tardaría mucho en debutar el último fichaje ‘rojillo’, Alex Urtasun, que con dos triples (uno nada más salir y otro para cerrar el primer cuarto) dio un impulso adicional al buen juego que estaba desplegando su equipo.

Remontada rival

La intensidad en defensa provocaba el éxtasis de la afición, la cual se estaba gustando cada vez más al ver que la diferencia en el marcador superaba los 18 puntos (34-15 al final del primer cuarto) y la segunda posición era posible. Mientras, Abós no paraba de rotar a toda su plantilla. Tuvo minutos para todos, viendo la pasividad defensiva del equipo francés.

Sin embargo, todas las rotaciones no terminaban de funcionar y los maños empezaron a atrancarse en ataque. Hecho que propició una leve reacción rival y los franceses empezaron a acercarse cada vez más en el marcador. Fueron minutos de desconcierto para el equipo local. El segundo periodo se resolvió con un parcial de 13-23 a favor de los visitantes que colocaba el resultado al descanso en una diferencia de 9 (47-38).

Tras la salida de vestuarios, el encuentro prosiguió en la dinámica que había terminado la primera parte: con un CAI desacertado en ataque y un BCM Gravelines que cada vez se estaba creciendo más en el choque. Un parcial de 2-11 en los primeros minutos de este periodo igualó el marcador a 49. La situación se había puesto muy seria. A pesar de todo, los maños lograron reaccionar en ataque con dos triples y apretaron los dientes en defensa. Pero Diawara, con varias acciones individuales, no iba a permitir que los locales se escapasen en el marcador.

Reacción final maña y victoria

En el último cuarto se entró con todo por decidir (68-67). En ese momento apareció la garra y veteranía de Sanikidze y la capacidad de control del tiempo de partido de Pedro Llompart. Estos minutos solo tenían un color, el rojo. De esta forma, y con un parcial de 18-6, el CAI Zaragoza encarriló el partido hacia su terreno hasta el pitido final (86-73).

Con esta victoria, los de José Luis Abós finalizan la primera fase en tercera posición al no superar los 18 puntos de ventaja frente al Gravelines y no conseguir así el ‘basket average’ a su favor. A pesar de todo, el tercer puesto y la clasificación son dos factores que saben a mucho en Zaragoza.