Los dos equipos querían ganar para concretar su presencia en la copa del rey. La lucha por muchos conjuntos por entrar en la competición era muy interesante. Los guipuzcoanos han dado un gran paso de gigante tras ganar con claridad al CAI Zaragoza. Los maños tendrán que seguir peleando para entrar en la copa.

El comienzo del partido fue muy precipitado y favoreció a los guipuzcoanos con un 0-5 de parcial. El acierto exterior fue la clave con un Robinson muy inspirado. El CAI buscó a Shermadini en la pintura con gran eficacia, el georgiano parecía reencontrar su juego. Los vascos tenían muchos problemas por jugadores importantes cargados de faltas como Doblas. La ventaja física de los maños en la zona interior era brutal y fue muy buena aprovechada por Jones y Shermadini. Al término del cuarto, los locales ganaban por 19-18.

Parcial demoledor

En el segundo cuarto, el Guipúzcoa dio la vuelta en el marcador y se puso por delante. Pero, la anotación se vio frenada por la intimidación y tapones de los jugadores interiores caistas. Por parte de los vascos, seguía anotando Robinson y por parte maña, las canastas de Rudez y Jones subían en el marcador. El CAI deshizo el empate a 34 puntos en el marcador con un triple de Llompart a falta de 1 minuto y medio para irse al descanso. Aún así, ambos conjuntos se fueron al descanso muy igualados con 38-39 en el tanteador.

En el tercer cuarto, los vascos tomaron una renta de 7 puntos y el pabellón Príncipe Felipe hervía por una falta antideportiva pitada a Roll. Los maños seguían sin reaccionar y levantar cabeza  Jones forzó la 4 falta de Doblas que era una pesadilla de defender para los maños. Sin embargo, la distancia aumentó a 13 puntos. Los árbitros estaban muy nerviosos y no estaban dentro del partido. Los vascos estaban jugando muy bien con un juego muy fluido buscando la ventaja y tiros liberados. A falta de 10 minutos de juego, el tanteador marcaba 50-66 a favor de los visitantes.

Sin reacción maña

Los vascos le ponían más ganas y esa garra necesaria para luchar cada balón. Robinson y Randell eran los mejores jugadores del partido y continuaban luciéndose. La expresión corporal de los maños daba a entender que no eran capaces de poder con los guipuzcoanos, que estaban a muy nivel. La distancia era clara y el encuentro parecía sentenciado. La defensa maña no estuvo a la altura de las circunstancias y los vascos seguían castigando desde la línea del triple. Los únicos jugadores que no bajaron los brazos en las filas zaragocistas fueron Llompart y Jones. El partido con concluyó con una gran ventaja por parte de los visitantes: 67-92.