En la jornada vespertina del lunes, el CAI Zaragoza disputará la que será la última jornada de este año 2013. Para el cierre de edición, los maños pretenden poner el broche de oro a los que han sido, sin lugar a dudas, los mejores 365 días de toda su historia con una victoria en el Príncipe Felipe.

Rival asequible

A priori, el CB Valladolid es un equipo teóricamente inferior al conjunto ‘rojillo’. O al menos eso dicen los números. A día de hoy, los pucelanos se encuentran inmersos en la zona más baja de la clasificación. Con un paupérrimo balance de 2 victorias y 10 derrotas, el Valladolid ocupa la décimo octava plaza, empatado con el Estudiantes, y a dos victorias de los puestos de salvación.

Sin embargo, la realidad para los de José Luis Abós es que no deben confiarse. Los de Pisuerga llegan a este partido con la moral disparada tras la victoria en casa frente al Río Natura Monbus por 77-73, la cual les da alas para seguir con la esperanza de reflotar hacía la zona noble de la clasificación (actualmente se encuentran a 2 victorias del décimo sexto clasificado).

Además, el conjunto que dirige Ricard Casas podrá contar para este partido con su última incorporación, el veterano Melvin Sanders. El alero norteamericano, el cual conoce perfectamente la ACB puesto que ha militado en las filas del Unicaja, Gran Canaria y Menorca Basket, llega para suplir la baja de Drew Vieny, quién rompió hace unas semanas su vinculación con la entidad vallisoletana.

A pesar de todo, hay indicios para creer en la victoria. De hecho, el Valladolid no ha vencido en ninguna de las tres últimas visitas a la capital aragonesa.

Ganar pese a las adversidades

Sin duda, esa será la filosofía que Abós esté inculcando a sus pupilos en los últimos días. Ya en el partido frente al Unicaja de Málaga, los ‘rojillos’ tuvieron que afrontar la baja de uno de sus mejores jugadores, Giorgi Shermadini. Y además, lo hicieron logrando una importante y contundente victoria.

El pivot georgiano será duda hasta última hora para el encuentro de mañana. Aún así, la afición maña se aferra al lema de “Zaragoza nunca se rinde” para guiar a su equipo hacia el triunfo. La guinda perfecta para un año histórico en Zaragoza.