El debut del CAI Zaragoza en la Liga Endesa daba sus primeros pasos viendo a un conjunto zaragozano seguro en la pista, con Henk Norel al timón y sumando plácidamente. El FIATC Joventut, que veía cómo los rojillos se hacían fuertes en el Príncipe Felipe, tiraba de un Albert Miralles que frenaba las acciones del holandés. Las bajas en el equipo catalán, sin Sitapha Savané ni Nacho Llovet por precaución, mermaban sus rotaciones, pero el entrenador verdinegro, Salva Maldonado, optaba por subir su intensidad defensiva. Clevin Hannah y Sergi Vidal, que asumían la responsabilidad ofensiva, conseguían revertir el mal 0-5 de inicio y ponían el 15-19 tras los primeros diez minutos.

Dupla serbia excelente

En el segundo cuarto, CAI apostaría por el juego interior formado por con Rasko Katic y Stevan Jelovac como referencia. Con un ritmo más alto de juego, el partido entraba en un momento de nervios, en el que ambos equipos cometían muchos errores de definición y concentración. De esta mala situación, serían los maños los que saldrían beneficiados: castigando los fallos de Penya, y explotando su mejor arma, el trabajo en la pintura, conseguía igualar el marcador, tras haber estado a siete puntos por detrás.

Al descanso, Jelovac y Katic sumaban 16 puntos y 8 rebotes entre ambos

La defensa que tan buenos momentos había dado a CAI en las dos pasadas temporadas volvía a aparecer en Zaragoza, y el equipo rojillo creaba dudas en Penya, que se mostraba carente de ideas en ataque y superado por las ganas mañas. Los zaragozanos, que sumaban tan sólo cuatro puntos desde canasta en juego (de los 21 puntos totales del período), se marchaban al descanso con el 36-33 a favor.

El tercer período, que transcurría con un ritmo vertiginoso, empezaba de cara para el FIATC Joventut. Demond Mallet, muy protagonista en la cancha, sumaba en ataque, guiando al equipo a la perfección, y colaboraba en defensa, dando al conjunto verdinegro el punto de tranquilidad que necesitaba.

CAI, que respondía a Penya con canastas rápidas, buscando las transiciones como modo de juego, no permitía que los catalanes se acercaran en el marcador. Aun así, los errores marcarían el tramo final del cuarto: tanto en ataque como en defensa, ambas plantillas fallaban y el resultado se mantenía vivo, sin decantarse para ninguno de los dos conjuntos. Además, ni CAI ni FIATC Joventut eran capaces de ampliar ventajas, y el cuarto finalizaba con el 56-50, tras un genial 1c1 de Pedro Llompart como guinda.

Los problemas en el equipo catalán se acumulaban, pero sería el aliciente que acabaría por decidir el resultado final. Miralles y Suton, referencias en la pintura catalana, caían expulsados con cinco faltas cada uno. Se abría, entonces, un nuevo escenario en Zaragoza: Maldonado, obligado a apostar por un equipo inferior físicamente, daba con la clave.

Los pequeños deciden el partido

Tras los primeros instantes de falta de cohesión, en los que el CAI no dudaba en ponerse por delante (67-59), la maquinaria de Badalona empezaba a ponerse en marcha. Los seis puntos consecutivos de Hannah y Albert Ventura empataban el partido, y ponían los cimientos de lo que sería una victoria  de prestigio.

Hannah se vestía de héroe y sumaba su segundo triple en menos de un minuto, rematando un parcial de 0-9 favorable a los catalanes. El CAI, que fallaba en el peor momento, desaprovechaba la posesión para empatar o ponerse por delante, y es que la pérdida de balón de Jelovac daba alas a un FIATC Joventut que estaba en su mejor momento.

Con el 74-75, la Penya iría a la línea de tiros libres para sumar su punto número 77 y dejar la papeleta al CAI, en la última posesión. De manera incomprensible, sería Jelovac el que lanzara desde la lejos para buscar la prórroga. El tiro forzado del serbio no entraba, y el encuentro acabaría 74-79, tras los últimos lanzamientos de los de Badalona.

En la primera jornada de liga, la apuesta de Madlonado por suplir con un baloncesto alegre las bajas de sus hombres clave surtió el efecto esperado. Aunque ninguno de los dos equipos firmó un buen partido, el acierto de la línea exterior catalana en el momento decisivo se llevó el primer asalto.