El inicio de partido de Paris Levallois era arrollador y sorprendía a un CAI Zaragoza que no acababa de aterrizar en Francia. El parcial de 5-0 ponía las bases para un primer cuarto excelso de los galos en la faceta ofensiva. En tan sólo cinco minutos, sumaban 18 puntos, y mantendrían este ritmo anotador durante el primer período.

Por parte del CAI, era Pere Tomàs, igual que sucedía el pasado domingo en Bilbao, el que salvaba los muebles a los maños. Bien conectado con Henk Norel, aportaba puntos y hacía jugar a sus compañeros. La entrada de Rasko Katic daba una vuelta más de tuerca al ataque caísta, pero el problema residía en la inexistente defensa que ofrecía en el Palais des Sports Marcel Cerdan.

Tras unos primeros minutos en los que Paris Levallois había jugado a placer, sin la presión maña, y eligiendo, muy a gusto, las mejores opciones, los de Joaquín Ruiz reaccionaban a tiempo y comandados por un Katic muy serio en la pintura llegaban al final del cuarto con el 31-20, habiendo llegado a perder de 14 puntos.

En el primer cuarto, tan sólo Joan Sastre valoraba positivo (2 puntos), mientras que Mike Green ya llegaba a los 16 de valoración

Tras diez primeros minutos de dudas en la plantilla maña, el CAI despejaba sus malas sensaciones y se ponía el mono de faena para buscar igualar, lo antes posible, el marcador. Todo empezaba con una versión más defensiva de los maños, algo inédito hasta el momento, y es que el ataque local aún no había contado con problemas por parte de la defensa maña.

Paris Levallois leía muy bien las opciones defensivas de CAI, y castigando las ventajas que conseguía en los miss-match, seguía sumando cerca del aro, con Mike Green como destacado. Los de Joaquín Ruiz, que contarían con dos opciones para ponerse por delante, acusaban los despistes en el control del rebote y seguía condenado a seguir trabajando en lo que quedaba de primera mitad.

Dupla serbia que da vida al CAI

Con Katic y Stefan Jelovac en la cancha, los maños encontraban en los balcánicos la mejor opción para acercarse en el electrónico. Listos en ataque, imponían su ley en la zona, y buscaban un juego efectivo con el que conseguir el objetivo del equipo. Un triple de Landry pondría el resultado en 44-43 al término de este período, algo impensable viendo el arranque de partido de los locales.

Kevin Lisch abría la segunda mitad con un recital de acierto desde la línea de 6’75. Además, conseguía poner por delante a su equipo, con el 48-49, y se abría un nuevo escenario para los maños. A Lisch se le sumaba Chris Goulding, que mantenía a flote a los rojillos, y juntos hacían frente a un cuarto fatídico para los galos.

Paris Levallois veía cómo anotar se convertía en una tarea más difícil de lo que había presenciado hasta el momento. Aun así, tenía suerte y tirando de calidad, no cedía ninguna canasta al CAI, y seguía dominando el tempo del encuentro.

Otra vez la desconexión en los instantes finales del cuarto, una asignatura pendiente para los maños, tanto en liga doméstica como en la competición europea, daba alas a un Paris Levallois que se esmeraba en agrandar la diferencia y se marchaba 70-63 al término del tercer período.

Último cuarto a contracorriente

Pedro Llompart aparecía en escena en los últimos diez minutos, y parecía dar buenos resultados para los intereses de los maños. Aportando lectura de juego, experiencia y galones ante la alternativa zonal que proponía el conjunto francés, iba acercando al CAI en el marcador.

Pero los pequeños detalles volvían a dejar a los rojillos en una situación delicada: era el trabajo por el rebote el que daba hasta segundas y terceras opciones a los locales, que aprovechaban para empezar a sentenciar el partido. Con un triple de Mike Green se llegaba al 80-72 en los últimos tres minutos de encuentro, y aunque Jelovac sumaría rápido, llegaban los nervios a ambas plantillas. En este sentido, Paris Levallois podía respirar algo más tranquilo, pues el resultado le sonreía y el tiempo le jugaba a favor.

El 86-79 parecía haber dictado sentencia en el Palais des Sports, pero el carácter aguerrido del CAI le hacía ponerse a tan sólo dos puntos, 89-87, en la última posesión. Y aunque los maños tuvieron el último tiro en sus manos, un tapón privó al CAI de una prórroga tras lo que hubiera sido una remontada de prestigio.

Ahora, el 2-3 mantiene al CAI Zaragoza en la quinta posición, contando con el average perdido contra Paris Levallois, que puede permitirse empezar a mirar hacia arriba, olvidando la parte baja de la clasificación.