El inicio de partido estaba marcado por un FIATC Joventut que saltaba  a la cancha con las ideas claras: hacerse fuerte en ataque, mediante lanzamientos exteriores, sería su mejor argumento. El CAI Zaragoza, que contaba con la baja de Pedro Llompart por problemas en la espalda, confiaba en Kevin Lisch para la dirección de juego. Los locales estaban jugando a placer, y moviendo el balón muy cómodos, dejaban el 8-4 tras los primeros cuatro minutos de juego.

Jason Robinson comandaba a un CAI excesivamente fallón, y después de una sucesión de ataques sin anotar, ponía por delante a los suyos, 10-11, y cerraba un parcial de 0-7 con el que los maños parecían sentirse más cómodos en Badalona. Más seguros de su baloncesto, sin complejos, y confiando en sus jugadores exteriores para provocar las faltas o los tiros librados, los de Joaquín Ruiz dejaban su sello personal en el encuentro.

El 15-17 cerraba el primer cuarto, en el que el CAI, de menos a más, conseguía sumar confianza y dar rotación a gran parte de sus jugadores sin perder ritmo. La alternativa zonal que presentaban los rojillos y la presencia de Sergi García como director de juego para el CAI no le daba los resultados que Joaquín Ruiz querría. Tras dar entrada a Goulding para sumar en experiencia, los maños volvían a colocarse cuatro puntos abajo  en el marcador.

Encuentro lento y dubitativo

Sin un claro dominador en el electrónico, el partido iba transcurriendo tras errores a lado y lado de la pista, y la inseguridad, presente en ambas plantillas, marcaba la primera mitad en el Olímpic. A los errores de definición, se le sumaban los pasos, balones perdidos y desacierto en las decisiones ofensivas. Las ssgundas opciones parecían dar un respiro a CAI, que aguantaban las embestidas de una Penya que se mantenía viva gracias al trabajo de Sitapha Savané cerca del aro.

El 31-26 ponía fin a un segundo cuarto gris para los maños, algo mejor para el FIATC Joventut. El ritmo que el CAI parecía haber añadido al encuentro se borraba por completo, y el corto tanteador de 16-9 daba muestra de ello. Los verdinegros, que iban haciéndose fuertes a cada minuto que pasaba, habían dado la vuelta al resultado y ya dominaban con una ventaja de seis puntos.

Tras el paso por los vestuarios, Penya y CAI imprimirían un ritmo más alto al encuentro, con el que encontraban puntos de manera más fácil

En la segunda mitad, el encuentro tomaba otro cariz: dominando los ataques ante las defensas, el intercambio de puntos entre Penya y CAI daba vida a un tercer cuarto radicalmente opuesto a lo visto hasta el momento. Alcanzado el ecuador del tercer período, la exigencia defensiva de los maños aumentaba, y conseguía hacer dudar a un FIATC Joventut que caía en la trampa de los aragoneses. Goran Suton, tirando de carácter y arrojo, mantenía a los suyos por delante.

Marcus Landry, por su parte, se aliaba con Jason Robinson para resucitar el CAI, e impedía que los badalonenses se marcharan en el resultado. Con 12 puntos en este cuarto (de los 21 que llevaba su equipo hasta el momento), tomaba las riendas de su equipo, y ponía el 46-45 en el Olímpic. Los de Ruiz hacían encontrado la clave en evitar que la Penya volviera a mover el balón como lo había hecho en la primera mitad, y obligándolos a lanzar desde lejos, distancia en la que no se mostraban muy acertados, seguían trabajando para castigar estos errores. Tras empatar el partido, Hannah se encargaba de tirar por tierra el trabajo de los maños, y es que anotaba desde triple y ponía el 49-46. Sería el mismo Hannah el que cerrara el tercer cuarto: tras error en la penetración de Goulding, recuperaba el balón y se tomaba su tiempo para sumar desde triple y poner el 52-47 en Badalona.

Álex Suárez y Sergi García se encargaban de hacer más bonito el partido: con un triple el primero y dos el segundo, seguían sumando en cada ataque, desde lejos, aportando emoción e igualdad a un encuentro más que interesante. Hannah se unía a la fiesta, y tras dos triples seguidos, daba la máxima ventaja a su equipo, 63-54 en apenas tres minutos. Savané se encargaba de poner el +12 para la Penya y de levantar al público verdinegro, que seguía empujando en el Olímpic.

Sastre, al rescate de un CAI sin líder

El CAI parecía acusar la ausencia de Pedro Llompart, y necesitaba, ante todo, un líder que dirigiera al equipo en un momento crítico para ellos. Joan Sastre aparecía, entonces, para cubrir este hueco. El balear, muy activo en la zona, sumaba rebotes y confianza a los maños, y a base de trabajo constante, volvía a acercar a los suyos tras un parcial de 0-5.

Tras dos errores en cada aro, con los que Penya no conseguía sentenciar el partido, el CAI volvía a fiarlo todo a Sastre y Robinson para forzar la remontada. Un contraataque del norteamericano, culminado por Sastre, dejaba el 68-63 a dos minutos y medio para el final. Con tres posesiones para igualar el encuentro, precedidas por errores de los locales, el CAI desaprovechaba estas opciones y dejaba que la Penya, que optaba por jugar posesiones largas, sentenciara de la mano de Sergi Vidal, desde el 6’75.

Así, el partido acababa con el 73-67 y con un CAI Zaragoza que funcionó a rachas. Con la opción de haberse llevado el triunfo, los maños no fueron capaces de trenzar ataques efectivos, y una de las revelaciones de la temporada, el FIATC Joventut, se encargó de sumar su triunfo número 14.