La llegada de Stevan Jelovac al CAI Zaragoza suponía una inyección de optimismo al grupo. La marcha de Viktor Sanikidze y Joseph Jones, dos de las piezas que mejor rendimiento habían proporcionado al equipo, obligaba a la dirección técnica a buscar dos recambios que aportaran, por lo menos, el carácter que georgiano y norteamericano habían dejado en el Príncipe Felipe.

La temporada 2013-2014, con Sanikidze y Jones bajo los aros, dejó ver a un CAI Zaragoza capaz de sobreponerse a los imprevistos que le surgían, y demostró una que, en ocasiones, el trabajo grupal, pasa por delante de la calidad individual. El equipo había crecido, e incorporando, poco a poco, todas sus piezas, seguía haciendo historia en la capital maña.

El verano de 2014 suponía para los maños unas semanas de idas y venidas y de renovación total: hasta siete nuevas caras llegaban a Zaragoza, y del equipo de las dos anteriores campañas, en las que el CAI despegó hacia la élite del baloncesto español, tan sólo quedaban cuatro nombres: Pedro Llompart, Henk Norel, Pere Tomàs y Albert Fontet. Los capitanes contarían con el cometido de dar la bienvenida a los recién llegados y empujar para que el grupo se acoplara lo antes posible al ritmo y trabajo que la Liga Endesa y la Eurocup les exigirían desde el inicio de la temporada.

Y uno de esos nuevos en clase, Stevan Jelovac, sería la pieza alrededor de la cuál volviera a girar la idea de construir un equipo ambicioso y descarado en ataque. Desde el inicio de la competición liguera, el serbio mostraba sus credenciales, y se convertía en una de las referencias para los maños en ataque. Jelovac superaba los diez puntos por partido sin demasiados problemas, y su buen hacer en la zona le llevaba a ser uno de los mejores reboteadores del equipo.

En Eurocup, por su parte, los números del serbio eran contundentes. Excepto en dos ocasiones, acababa la fase regular habiendo sumado más de diez puntos por partido, y la segunda fase de la competición continental, el Last 32, daba paso al Jelovac más sólido. El 36 de valoración que conseguía ante Cedevita Zagreb, coincidía, prácticamente, con el 38 que registraba en Liga Endesa, contra Rio Natura Monbus. Estos números le llevaban a ser el MVP de la jornada, en su mejor semana como jugador del CAI Zaragoza.

Además, Jelovac no tardaba en situarse en la clasificación de los mejores jugadores de la Liga Endesa, y llega a la Copa como el quinto mejor hombre de la competición, el tercer máximo anotador (13’7 puntos de media) y el quinto jugador que más faltas recibe (unas cuatro por partido).

Al lado del serbio, y desempeñando el papel de fiel escudero en el control del equipo, está Pedro Llompart. El capitán de los maños es el aliado perfecto para Jelovac, y ha conseguido formar una dupla más que interesante. El balear y el interior serbio constituyen, para el CAI, dos de las piezas sobre las cuáles pivotan las acciones ofensivas: el juego colectivo por el que aboga Llompart se acopla a la perfección con el de Jelovac, que aprovecha, como nadie, la lectura que le ofrece el séptimo máximo asistente de la Liga Endesa (de hecho, reparte casi cinco asistencias por partido). Llompart supone el punto de madurez y serenidad que necesita el CAI, y aunque algo discreto en lo que a puntos se refiere, la presencia del mallorquín es algo indiscutible en la plantilla de Joaquín Ruiz.

Esta pareja promete dar el empujón que necesitaba el CAI Zaragoza y que recuperó el pasado domingo en Murcia, dónde ponía fin a una racha de siete derrotas consecutivas. Mallorca y Novi Sad conectaron a la primera, y dos de sus mejores embajadores viajarán a Gran Canaria con ganas de seguir ofreciendo espectáculo y reeditar, como poco, lo conseguido en la pasada edición.