Estuvo cerca el Iberostar de asaltar el Olímpico de Badalona, pero la precisión en los instantes finales fue decisiva para privar a los chicharreros de la victoria. Saúl Blanco pudo empatar el partido desde el triple varias veces en el último minuto, pero el balón no quiso entrar y los aurinegros sumaron una séptima derrota que quizás asumieron demasiado pronto.
A falta de algo más de 15 segundos, Alejandro Martínez paró el partido cuando el marcador reflejaba un 88-83 para organizar la jugada de ataque. No obstante, lejos de buscar una canasta rápida para luego hacer falta y apurar las opciones de victoria hasta el final, el técnico canarista optó por aguantar la posesión para buscar un último lanzamiento al borde de la posesión de cara a buscar un mejor basket average general. ¿Fue una decisión valiente por hacer lo que pocos harían o cobarde por asumir la derrota antes de tiempo?
Es cierto que un partido que a falta de tan poco tiempo se pierde por más puntos de los que pueden anotarse en una sola posesión es muy difícil de ganar, pero con la Copa del Rey como objetivo quizás renunciar a victorias tan a la ligera puede costar caro. No obstante, si se tiene en cuenta que ya el año pasado los aurinegros se clasificaron para este torneo gracias al basket average, quizás perder por cinco puntos y no por, por ejemplo, ocho a base de faltas en los últimos segundos, puede que esta decisión se torne en positiva a la larga.
A falta de cuatro jornadas para dilucidar quienes serán los siete equipos que acompañarán al Herbalife en la Copa, todo hace indicar que serán al menos tres las victorias que los aurinegros necesitarán para clasificarse, y con un calendario complejo como el que tienen es probable que acaben echando de menos la que dejaron escapar hoy. Tres de los cuatro partidos serán contra rivales directos: Valencia, Murcia y Bilbao, ante los que se resolverá todo. Sólo el tiempo dirá si la decisión de pensar en un hipotético empate fue correcta o no.