Pasan las jornadas, los resultados van y vienen, pero la afición aurinegra siempre está ahí. A lo largo de esta primera vuelta el Iberostar Tenerife se ha visto siempre respaldado por su público, que no cesa de animar en cada partido. La asistencia media al pabellón es de 4.091 espectadores, lo que supone más del 80% de la capacidad del mismo.

3.814 personas estuvieron presentes en el debut de los de Alejandro Martínez como locales, pero dos rivales de entidad como Madrid y Barça darían un impulso a la asistencia. Como de costumbre, los dos grandes equipos de España fueron los que más público llevaron a las gradas del pabellón lagunero, que registró entradas de 4.910 y 4.467 aficionados respectivamente. No obstante, estas tres primeras jornadas los asistentes no pudieron ver ganar a los suyos.

Afición ilusionada

Entre 3-507 y 4-910 se han movido las cifras de asistencia al Santiago MartínLa primera victoria llegó casualmente el día que menos personas optaron por ir a ver el partido (si bien es algo lógico, pues se trataba del rival con menos renombre de los que han pisado el parquet del Santiago Martín), pero a partir de ahí la cifras fueron creciendo. La buena marcha del equipo y las opciones cada vez más cercanas de estar en Copa del Rey hicieron que las gradas se fueran llenando cada vez más hasta que ante el Gipuzkoa y Bilbao Basket se volvió a superar la barrera de los 4.000 sin necesidad de que el rival fuera un grande: era el Iberostar quien los atraía. No obstante, ante Bilbao, al igual que los tres siguientes partidos, se perdió, de modo que en el choque ante el Murcia, ya sin nada en juego, la cifra volvió a disminuir.

Es lógico que los resultados atraigan más o menos a la afición, hasta a los más grandes le pasa, pero la grada canarista ha demostrado mantenerse fiel a pesar de todo. Incluso la entrada más baja supone más de 3.500 espectadores (68% de la capacidad del pabellón), una cifra que ya firmarían muchos equipos. Además, no se trata sólo de su mera presencia, pues es prácticamente imposible escuchar un segundo de silencio desde que empieza el partido hasta que termina. La grada aurinegra no para de animar, y es un reflejo de la buena política del club en este sentido. Si se mantiene este último factor y el equipo da el impulso que le falta para pelear por los playoffs no hay duda de que serán aún más los que decidan acudir a ver un partido del Iberostar Tenerife en directo.