No pudo ser. Estuvo cerca el Iberostar Tenerife de dar la sorpresa y convertirse en el segundo equipo en ganar este año en el Palau, pero al final, tras tanto remar, acabó muriendo en la orilla. Alejandro Martínez planteó una defensa muy arriesgada que complicó la vida al Barça, pero que Nachbar castigó con un acierto desde el 6,75 que fue clave para que la victoria se quedara en tierras catalanas.

Salida en tromba

Los de Alejandro Martínez dejaron claro desde el primer instante que no habían salido ni mucho menos a verlas venir. El Barcelona buscaba crear el peligro partiendo desde el pick and roll, por lo que la defensa aurinegra hizo ayudas muy largas a la salida de los bloqueos que se convertían a veces en dos contra uno rápidamente compensados por ayudas del resto de jugadores. Se notaba que estos movimientos habían sido muy trabajados durante la semana, y el ataque de los de Xavi Pascual sufría mucho pese a que en ocasiones podía castigar esta valiente planteamiento gracias a su rápida circulación.

Pese al gran primer cuarto del Iberostar, el parcial fue de empate a 21

En el aspecto ofensivo, tanto Úriz como San Miguel sufrieron para organizar el juego ante la envergadura de Satoransky, pero el ataque canarista no se vio ni mucho menos resentido. Con los cinco hombres muy abiertos, el Iberostar logró generar muchos espacios para buscar cortes o penetraciones que solían acabar con un lanzamiento cómodo cerca del aro o con un extra pass que permitía un tiro liberado. Además, Tomic dejó muchos espacios a Fotis Lampropoulos cada vez que éste recibía fuera de la línea de triple, lo que el griego castigó con dos aciertos desde el perímetro.

Surgen las compliaciones

A partir del segundo cuarto el partido comenzó a ponerse algo más cuesta arriba para el cuadro chicharrero. El Barcelona encontró la manera perfecta de contrarrestar la defensa aurinegra: Boštjan Nachbar, que irrumpió en el partido con un descomunal acierto triplista que castigó cada milímetro que concedió el Iberostar. Cada ayuda que llegaba ligeramente tarde era castigada, si no inmediatamente, con un rebote ofensivo del que los catalanes se apoderaron en este segundo periodo. Con este acierto, los blaugranas obligaron a la defensa canarista a estar más abierta y comenzaron a generar también superioridad interior.

Lejos de responder con el mismo acierto, el equipo aurinegro sufrió su mayor atasco ofensivo del partido. Muchas veces se buscaron lanzamientos excesivamente precipitados, e incluso aquéllos que llegaban tras buenas circulaciones acababan errándose. No obstante, al descanso el marcador seguía manteniendo a los de Alejandro Martínez en el partido.

Se evitó el K.O. pero no la derrota

El Barça salió decidido a romper el partido tras el descanso, y tras una serie de malas defensas del Iberostar parecía que acabaría consiguiéndolo. Los catalanes lograron varias canastas muy cómodas bajo el aro aprovechando la capacidad de Ante Tomic de atraer la mirada de los cinco defensores aurinegros cuando recibía en el poste alto y distribuir el balón a las puertas atrás y a los cortes de sus compañeros. Sin embargo, cuando la distancia comenzaba a hacer augurar un partido plácido, llegó la reacción tinerfeña.

Se fueron recuperando sensaciones en defensa, y varios robos de balón de Richotti y San Miguel permitieron a los chicharreros volver a correr y a anotar al contraataque. Volvió la fluidez en la circulación ofensiva y con ella las canastas cómodas, pero siguió existiendo un gran lastre: el lanzamiento de tres, que había sido desastroso durante todo el partido.

La reacción evitó un resultado amplio, pero fue tarde para poder llevarse el triunfo

Sin embargo, cuando menos se esperaba, los triples comenzaron a entrar y el Iberostar se metió de lleno en el partido. El acierto desde fuera obligó al Barcelona a abrir su defensa como no lo habían hecho en el resto del partido, y eso hizo las situaciones interiores aún más claras. Fotis Lampropoulos sobresalió en esta parte del partido, pero también lo hizo Nachbar, que volvió a ser decisivo con un espectacular acierto desde el perímetro (6/8).

El cuadro de aurinegro llegó vivo al final del partido, pero a la hora de la verdad fueron los de Xavi Pascual los que tuvieron más acierto. Alejandro Martínez no dio su brazo a torcer, y lo intentó hasta el final haciendo a los suyos presionar la salida de balón con mucha intensidad, pero no fue posible. El Tenerife se fue de vacío de Barcelona, pero planteó un partido en el Palau que ya firmarían muchos de los visitantes que han pasado y que pasarán. Los canaristas van a más, y hoy quedó más que demostrado. Obradoiro será la próxima piedra de toque, y no quedará otra que mantener este gran nivel para ir en busca de la décima victoria.