No es fácil, en el baloncesto actual, ser un hombre que depende de un fenómeno tan cambiante de un día para otro como es el tiro exterior, y Saúl Blanco lo sabe de sobra. El ovetense ha pasado a lo largo de esta temporada por varios altibajos, pero ante Río Natura Mombus encontró la clave para realizar su mejor partido de la temporada en cuanto a anotación. Con 22 puntos, el escolta aurinegro se convirtió en la pesadilla de Obradoiro, pero lo cierto es que llevaba tiempo sin serla de nadie.

Su liga empezó en la jornada tres, y lo hizo de forma más que brillante. Con más de 13 puntos de media en sus cuatro primeros partidos se convirtió en una de las principales armas ofensivas de los aurinegros, pero entonces llegó su lesión en Málaga y se vio obligado a perderse cinco partidos. Su recuperación fue lenta, y aunque pudo regresar a la pista en el encuentro en Badalona su rendimiento ya no era el mismo.

Su lesión en Málaga le hizo dar un bajón del que tardó en recuperarse

No obstante, la llegada de 2015 le dio alas de nuevo, y en el primer partido del año llegó hasta los 18 puntos y 26 créditos de valoración en lo que parecía ser la confirmación de su recuperación. Siguió enlazando partidos con buenos números, pero algo fallaba. No era el Saúl valiente y demoledor desde el triple, sino un jugador más cohibido que iba sumando poco a poco a base de canastas cómodas y tiros libres. Aportaba, especialmente en defensa gracias a su envergadura, pero no brillaba como de costumbre. Entonces llegó Obradoiro al Santiago Martín.

Ahí volvió el Saúl que la grada canarista esperaba. Ni más ni menos que con un 6/7 en triples el ovetense destrozó la defensa gallega y catapultó a los suyos hacia la décima victoria de la temporada. En los 22 minutos que estuvo en cancha el escolta convirtió más lanzamientos desde 6,75 que en todos los partidos posteriores a su lesión ante Unicaja, lo que, sumado a los encuentros anteriores en los que había hecho buenas actuaciones pese a su falta de atrevimiento exterior parecen apuntar a que su mejor versión ha vuelto.

Con el equipo ya enrachado, la mejor versión del asturiano puede suponer un impulso enorme, y, como ya quedó demostrado con el abultadísimo marcador ante Obradoiro, su acierto exterior hace a los canaristas un equipo temible.