El Iberostar Tenerife está sabiendo llevar a rajatabla la más que conocida premisa de que para ser un equipo importante hay que ser fuerte en casa, y de momento cuenta por victorias sus choques en el Santiago Martín en esta segunda vuelta. Los de Alejandro Martínez han arrancado esta segunda mitad del campeonato con la clara intención de pelear por estar entre los ocho mejores de la liga. No obstante, el domingo el líder de la categoría, Unicaja de Málaga, tratará de poner en jaque dicha imbatibilidad.

De todas las maneras

Las tres victorias aurinegras en su feudo han tenido lugar en tres partidos bien diferenciados. La primera de ellas llegó ante Sevilla, en un partido en el que el cuadro canarista mostró dos versiones bien diferenciadas: una que apenas podía con el, por aquel momento, colista de la liga en la primera mitad, y otra que le arrolló sin piedad en la segunda con un demoledor 51-27. Aquella segunda parte marcó el resurgir del Iberostar, el regreso de aquel equipo alegre y ganador que había desaparecido durante el mes de diciembre. Aunque ya se había ganado a UCAM Murcia la semana anterior, este fue el momento que hizo de punto de inflexión para los tinerfeños.

Los aurinegros cuentan siete victorias en sus últimos ocho partidos como locales

A Obradoiro directamente no se le dio opción. Como un martillo pilón los chicharreros fueron cuarto a cuarto ampliando la ventaja que llegó a superar los 30 puntos y acabó siendo de 24. Si aquel día no lo fue, estuvo muy cerca de ser el mejor Iberostar Tenerife de la temporada, pues realizó un partido completísimo tanto en ataque (77 puntos habiendo bajado el pistón en el último cuarto), como en defensa (53 puntos condecidos y 10 robos de balón). Los de Alejandro Martínez estaban brillando con luz propia.

Sin embargo, cuando más se demostró lo difícil que es ganar en el Santiago Martín fue en la visita de Estudiantes. Fue un partido muy trabado, en el que en ningún momento se jugó al baloncesto que los aurinegros querían, y en el que muchas veces dio la sensación de que se les iba a escapar el partido, pero entonces apareció el pabellón. Apareció ese sexto hombre que sin anotar ni defender tanto ayuda a los jugadores a salir adelante. Ese que hace crecerse en momentos decisivos a quien no estaba teniendo un gran día para que acabe salvando los papeles de forma heroíca. Ese que hace que el Santiago Martín siga imbatido en la segunda vuelta. No sin sufrimiento ganó el Iberostar a los madrileños, y más deberá sufrir si quiere dar la sorpresa el domingo, pero será un sufrimiento que valdrá la pena. De eso no cabe duda.

¿Déjà vu?

No fue exactamente igual, pero las condiciones con las que el Iberostar se presentó en el Martín Carpena en la primera vuelta eran bastante similares. Por aquel entonces, tras seis partidos, los chicharreros solo conocían la victoria fuera de casa, donde habían ganado los tres partidos disputados. Con la ilusión de mantener su registro fueron a Málaga, pero los de Joan Plaza les devolvieron a la realidad con un severo correctivo (84-68). ¿Serán capaces de volver a lograrlo?

Unicaja ya rompió en la primera vuelta la racha de victorias del Iberostar a domicilio

Al fin y al cabo una buena racha no son más que números, pero esos números nunca son casuales. Son números que hacen afrontar las malas circunstancias con más ahínco o hacen ver irrealizable una sencilla tarea si algo va mal. La mentalidad no gana un partido, pero es la que hace a un equipo creer que va a ganarlo y acabar ganándolo. No se mete un triple con la mente, pero tampoco sin ella. Por eso el Iberostar Tenerife ganó a Estudiantes, por creer que era posible algo que no lo parecía. Por eso es tan difícil ganar en el Santiago Martín, porque hay un ambiente que hace a los que visten de aurinegro sentirse y ser mejores. Por eso el del domingo será un partidazo, porque aunque esto vaya de números, hay cosas que hacen a David creer que Goliat no es tan grande y tumbarlo con solo una piedra. Siéntense y disfruten. El domingo a las 12:30 habrá razones de sobra.