Ricardo Úriz atendió a los medios de comunicación en una rueda de prensa que giró en torno a dos ejes: la fortaleza de Laboral Kutxa, y la última jugada del domingo, que supuso la derrota aurinegra. En cuanto a lo segundo, el base estuvo cauto en sus declaraciones: "Nosotros tenemos nuestra opinión y ellos la suya. La hemos visto varias veces, y es una jugada que realmente decide el resultado. Nunca llegamos a dominar el partido, pero fuimos viniendo desde abajo y tuvimos la sensación de que nos faltó un poco más. Duele mucho perder así, porque nos habíamos metido en un partido que parecía perdido y en una acción a falta de tres décimas se nos escapó. Creo que llegábamos mejor que ellos para jugar la prórroga, y nos sentimos impotentes".

A continuación, hizo un balance más general del choque: "Sabíamos que una victoria era muy importante, y esa última jugada nos hizo la vuelta un poco más dura. Creo que el equipo tiene dar la imagen de la segunda parte, en la que fuimos muy duros atrás, porque en la primera permitimos 45 y eso es algo que normalmente marca el devenir del partido. Si queremos ganar a quien sea tenemos que estar al 100% desde el principio, porque los partidos duran 40 minutos y ese no fue el tiempo que estuvimos compitiendo".

"No ganar en Manresa no quiere decir que no vayas a ganar a nadie"

La siguiente pregunta fue clara: Si el Iberostar no le gana a Fuenlabrada, Andorra y Manresa, ¿a quién será capaz de ganar? Úriz tiró de ejemplos para explicar lo igualada que es esta liga: "Por esta lógica nadie entendería que Murcia pueda ganar al Madrid habiendo perdido de 50 una semana antes. Estamos en una liga en la que no por ganar al líder vas a ganar el resto de los partidos, y no por haber perdido contra Manresa vas a perder todos los demás. Este equipo está capacitado para lograr victorias, y de las ocho jornadas que nos queda tenemos capacidad para pelear todos. Tenemos dos partidos seguidos en casa y es una buena ocasión para dar alegrías a nuestro público y seguir en la zona noble".

En cuanto a los objetivos de equipo, el navarro no tuvo reparos en reconocer que los playoffs se han complicado bastante: "Ahora están un poco más lejos, pero el objetivo del equipo es romper esta mala racha y demostrar que queremos ganar. Tenemos la ilusión de quedar lo más arriba posible, y al final de las 34 jornadas estaremos donde nos merezcamos".

Metido ya de pleno en el próximo choque, Úriz habló del próximo partido como una buena oportunidad para quitarse el mal sabor de boca de las últimas jornadas: "Si el equipo hace un buen partido y logramos una victoria que sería muy importante la gente se irá contenta a casa. Han crecido mucho con respecto a la primera vuelta, son el mejor equipo de la segunda mitad de liga, y vencerles sería una gran inyección de moral".

"Si no igualamos su nivel de intensidad no tendremos opciones"

A continuación se le preguntó por las armas de los vascos. Si Manresa hizo mucho daño con Devin White, Baskonia cuenta con dos bases de enorme nivel, Darius Adams y Mike James, con los que Úriz deberá pelearse durante el choque. Aún así, evitó personalizar ante el enorme plantel del rival: "Laboral Kutxa tiene un equipo mucho más compensado que en la primera vuelta, y han dado confianza a jugadores que están tirando del carro. No creo que se deba hablar solo de los dos bases, también Caseur y San Emeterio están haciendo grandes partidos, y no cabe duda de que son un equipo muy duro. Lo están demostrando tanto en España como en Europa, y si no igualamos su nivel de intensidad no tendremos oportunidades para ganar el partido".

Para finalizar, hizo un último repaso a Laboral Kutxa: "Llevan un tiempo en una gran progresión. Hace unas semanas nadie pensaba que pudieran meterse en cuartos de la Euroliga y este jueves tienen la oportunidad de hacerlo. En liga han escalado hasta la quinta plaza a base de ganar partidos importantes, y tienen una gran plantilla con jugadores muy físicos y con muchos puntos en sus manos. Tenemos capacidad para contrarrestar sus armas, pero eso requerirá que estemos metidos desde el principio, si no tomarán una ventaja importante y será muy complicado remontar". Con esta abandonó la sala de prensa y se unió a sus compañeros en la sesión de entrenamientos.