El mito de las 12 victorias

Tras la victoria del pasado domingo ante Laboral Kutxa, el Iberostar Tenerife alcanzó las 12 victorias que según los tópicos de la ACB son suficientes para mantener la categoría. De cientos de bocas ha salido la típica frase de "el objetivo es llegar a las 12 victorias", dando por hecho que una vez alcanzado este número no podrán descender, pero ¿es esto una ciencia exacta?

En el formato actual, tres equipos han descendido a Adecco Oro con 12 o más victorias

Lo cierto es que no, pues aunque suele ser una barrera aproximada que permite acerse una idea del límite hasta el que hay que llegar, son varios los equipos para los que esta cifra no ha sido suficiente. En la temporada 2005/06, Llanera Menorca logró la salvación con 12 victorias, pero no pudo hacerlo Ricoh Manresa, que acabó la temporada empatado a victorias con los baleares pero con un peor basketaverage. Algo similar pasó la temporada siguiente, en la que, una vez más, el basketaverage permitió a los menorquines seguir en la máxima categoría, solo que esta vez con un triple empate que condenó al Etosa Alicante a bajar tras haber logrado 12 triunfos.

Más llamativo es el caso de Fuenlabrada en el curso 2003/04, quien, pese a sumar 13 victorias, descendió también a Adecco Oro. De nuevo fue el basketaverage lo que condenó a los fuenlabreños, quienes han pasado a la historia como el equipo que ha descendido tras haber ganado más partidos desde que la ACB se disputa con el vigente formato de 18 equipos en el que son los dos últimos los que descienden.

No obstante, más llamativo es el caso de Valencia en la temporada 1994/95. Por aquel entonces la liga la jugaban 20 equipos, de los que los cuatro últimos disputaba un playoff por la permanencia que condenaba a dos de ellos. Los valencianos acabaron la fase regular con 15 victorias en el 17º puesto, pero pese a ello no pudieron evitar convertirse en el descendido con más victorias en la fase regular desde que la ACB se juega en una sola liga unificada (antes se jugaban, por denominarlo de alguna manera, dos conferencias). Pese a esto, si se hubiese mantenido el actual sistema de descender a los dos últimos clasificados, el Somontano Huesca habría descendido también con 12 victorias, pero no sería extrapolable a la realidad ya que se jugaban cuatro partidos más.

Solo tres equipos en 16 años habrían descendido si no hubiesen logrado la victoria número 12

Como vemos, la cifra no es estrictamente representativa, ya que solo en dos ocasiones en los 16 años que lleva el actual formato en vigor un equipo ha descendido con 11 victorias, lo que situaría a los 12 triunfos como la frontera entre salvación y descenso. De hecho, echando un vistazo al número de partidos que ha ganado el equipo que ha acabado 17º en las últimas 16 temporadas, vemos que la cifra más repetida es ocho (sucedió hasta en cuatro ocasiones). La 12ª victoria solo fue imprescindible para la salvación de tres equipos en este periodo.

Iberostar Tenerife: virtualmente salvado y mirando hacia arriba

Pese a todo esto, resultaría bastante extraño que el Iberostar Tenerife terminara la actual temporada con tan solo 12 triunfos, pero echando un vistazo al ritmo de los equipos de la parte baja parece que incluso esta cifra podría ser suficiente. Sevilla y Manresa marcan ahora mismo el límite entre salvación y descenso con ocho triunfos cada uno, Fuenlabrada ha quedado hundido con seis, y Andorra y Gipuzkoa toman un poco de oxígeno con nueve. Parece difícil que cinco de estos seis equipos alcancen las 12 victorias, por lo que, a priori, este año la salvación sí dependerá de su cifra tópica (e incluso alguna inferior).

A pesar de esto, los jugadores aurinegros ya han confirmado que no se contentarán con quedarse así, y con los playoffs a tan solo dos victorias a los de Alejandro Martínez se les ha presentado una oportunidad muy ilusionante. Si se mantienen las buenas sensaciones del domingo, no hay duda de este equipo ganará más partidos, y la salvación parece ya un tema secundario. La permanencia está virtualmente conseguida, pero no es ahora el momento de relajarse, y si, como se dice desde la plantilla, el objetivo es quedar lo más arriba posible, la auténtica guerra no ha hecho más que empezar.