Apretados por la necesidad de ganar saldrán a la pista el domingo los jugadores del Gipuzkoa Basket. Antepenúltimos en la tabla clasificatoria y solo un triunfo por encima de los puestos de descenso que ahora mismo ocupan Manresa y Fuenlabrada, sumar como locales es casi imprescindible si los vascos quieren mantenter la categoría. La victoria podría suponerles separarse considerablemente de sus rivales, pero, por el contrario, una derrota podría hacerles caer a puestos de descenso.

No obstante, no parece el mejor momento para que los vascos sumen un nuevo triunfo. Los de Ponsarnau suman seis derrotas consecutivas, algunas preocupantes como la sufrida hace dos semanas en casa ante el Fuenlabrada, y la situación se ha vuelto cada vez más peligrosa. Además, no se trata solo de la cantidad de derrotas, sino de su magnitud, pues la diferencia media con su rival en los seis últimos encuentros es de 19,5 puntos, y han encajado una media de 91,2. Los donostiarras necesitan urgentemente un cambio de tendencia, o de lo contrario se verán con el agua del descenso a la altura del cuello.

El partido de la semana pasada ante Joventut es un reflejo bastante claro de la actual situación. Los catalanes superaron a los guipuzcoanos en todos los aspectos del juego, desde el primer cuarto se notó que eran claramente superiores, y acabaron sumando un triunfo cómo dando descanso a sus jugadores. En los de San Sebastián, solo David Doblas y Dani Díez aguantaron el tipo, pero necesitarán mucho más para revertir la actual situación.

Un equipo sin puntos

De los muchos problemas del Gipuzkoa Basket, el más evidente es su falta de capacidad para anotar, un aspecto que lleva toda la temporada siendo su talón de Aquiles pero en el que se han resentido aún más tras la baja de Taquan Dean. Con 71,07 puntos por partido, son el peor equipo de la liga en esta faceta, y no tienen una defensa suficientemente buena como para permitirse semejante déficit. Son el peor equipo en tiros libres (70,73%) y el tercer peor en tiros de dos (48,43%), y carecen de un fuerte rebote ofensivo que les permita compensa sus fallos, pues de hecho son también el peor de la liga en este aspecto. Apenas fuerzan faltas y reciben muchos tapones cuando penetran.

Cuentan con grandes jugadores como Dani Díez o David Doblas, pero no llevan tiempo sin funcionar como equipo y lo cierto es que parecen abocados a sufrir un final de liga regular bastante complicado. Ahora mismo van totalmente cuesta abajo, y el descenso cada vez está más cerca. La visita del Iberostar será una final que dejará muy marcado el calendario que le queda, pero lo cierto es que ahora mismo parece más peligrosa su necesidad de una victoria que su capacidad para lograrla.

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Sobre el autor
Aitor Darias Oruezabala
Proyecto de periodista. Amante del fútbol desde pequeño y enamorado más tarde del baloncesto. De qué sirve vivirlo si no puedes contarlo.