El Iberostar Tenerife se complicó enormemente su presencia en los playoffs tras caer en Miribilla en un partido que llegó a tener completamente dominado y que perdió en un inexplicable bajón ofensivo final. Los aurinegros llegaron a mandar por 13 puntos a mediados del último cuarto, pero entonces la fe de los donostiarras y el desacierto de los chicharreros hicieron que el partido se decidiese en una prórroga que Nico Richotti pudo evitar con un tiro libre a falta de cinco segundos. Dani Díez y David Doblas fueron los indiscutibles héroes locales, aunque la aparición de hombres secundarios como Jared Jordan en los momentos decisivos fue la clave de la victoria vasca.

Aparición tardía

El Iberostar arrancó el choque totalmente desconectado, y eso permitió a los locales tomar una importante ventaja de 9-0 nada más arrancar que obligó a Alejandro Martínez a parar el partido cuando habían transcurrido apenas tres minutos. El enfado del técnico catalán fue más que notable, y los motivos eran obvios debido al despropósito ofensivo y defensivo de los suyos, pero sus gritos tuvieron un efecto despertador inmediato. Con un triple de Levi Rost y canastas de Sikma y Sekulic los aurinegros se acercaron a dos puntos en el marcador, y, por fin, entraron en el partido.

Un triple de Levi puso a los chicharreros por delante por primera vez en el partido con el 12-13 en el marcador, pero con el choque convertido en un absoluto correcalles los guipuzcoanos se sintieron cómodos y pronto recuperaron su ventaja. Alejandro optó por dar entrada a Úriz, que aportó algo más de pausa al partido, pero el espectacular acierto triplista del cuadro vasco hacía imposible acercarse en el electrónico. Dani Díez acabó el primer parcial con nueve puntos tras anotar tres lanzamientos desde más allá del 6,75, lo que permitió a los suyos irse con un 24-18 al final de los primeros 10 minutos. El Iberostar no había terminado de entrar en partido, y continuaba pagando el 9-0 inicial.

El Iberostar arrastró todo el partido su mal arranque

Un triple de Saúl Blanco inauguró el segundo periodo, y a base de dos contra uno en defensa los tinerfeños lograron complicar el ataque vasco. Un triple inverosímil de Abecrombie fue el único bagaje ofensivo de los locales en los primeros cuatro minutos, pero el desacierto de los de aurinegros no les permitía aprovechar su bueno defensa y ponerse por delante. La falta de acierto era especialmente preocupante en los tiros libres, desde donde los visitantes desperdiciaron cuatro de sus siete primeras ocasiones.

El partido entró en una fase de muchos errores y pérdidas continuas permitidas por los fallos en el lanzamiento. Ninguno de los dos técnicos parecía contento con la labor ofensiva de sus jugadores, y tras una canasta de Sikma que empataba el partido a 31 Ponsarnau  decidió para el partido. No obstante, esto no cortó los numerosos errores y dudas ofensivas de ambos, pero en este contexto el Iberostar volvió a encontrar el liderazgo tras un triple de Richotti en una extraña y enrevesada jugada de contraataque que define a la perfección lo que fueron estos minutos.

Los tinerfeños hacen acto de presencia

Sin embargo, con el paso de los minutos los aurinegros lograron poner fin al caos y a llevar el partido a su terreno.  Sus ataque se hicieron cada vez más cómodos, el balón empezó a circular como no lo había hecho en toda la primera mitad, y la ventaja se fue hasta los seis puntos tras un 2+1 de Sikma. David Doblas, líder de los suyos en la primera parte con 10 puntos, recortó distancias en la última posesión del segundo cuarto, pero, pese al corto 35-39, la sensación era de que los visitantes venían de menos a más y habían sido claros dominadores de los últimos minutos. Solo la dubitativa salida chicharrera mantenía la igualdad en el electrónico.

Los chicharreros fueron de menos a más y lograron despegarse en el marcador

La llegada del tercer cuarto no trajo nada nuevo, pues, mientras Dani Díez y Doblas seguían asumiendo prácticamente todo el  aspecto ofensivo del Gipuzkoa Basket, el Iberostar seguía perdonando ocasiones muy claras en ataque que le impedían distanciarse en el electrónico. La defensa aurinegra logró forzar numerosas pérdidas, pero ello no le permitió correr y terminar de sentirse cómodo. No conseguía reflejar en el marcador la superioridad que parecía tener en la pista.

A falta de cuatro minutos para el final del tercer cuarto Saúl Blanco dinamitó el partido con dos triples seguidos para abrir una pequeña distancia, y la buena defensa sobre Doblas permitió a los chicharreros anular casi por completo el ataque vasco. Una canasta de Lampropoulos llevó el 42-51 al marcador y dio a los tinerfeños su máxima ventaja por el momento, pero Doblas y Díez volvieron a aparecer para tirar del conjunto guipuzcoano y evitar que se rompiera el partido. No obstante, la reacción local solo les permitió acercarse a tres puntos tras una penetración del canterano del Real Madrid, y al final del tercer periodo el Iberostar dio otro pequeño tirón para irse mandando por 51-59 tras dos tiros libres de Beirán casi en el último segundo.

La salida de David Doblas dio ventaja en el interior a los tinerfeños, lo que permitió a Lampropoulos y Sekulic poner en dos ocasiones la ventaja máxima de 10 puntos, pero primero Abecrombie y luego Olaizola hicieron efímera esta situación. Con un triple de Saúl Blanco y luego una canasta de Blagota los de Alejandro Martínez se pusieron 13 arriba (55-68), y parecía que el partido se había terminado de romper, pero entonces llegó la debacle visitante.

Desconexión inexplicable

La vuelta de Doblas y Díez a la cancha volvió a dar alas a Gipuzkoa, que aprovechó el despropósito ofensivo aurinegro para reducir las distancias cada vez más. Los tinerfeños se quedaron estancados en 68 puntos, y con un parcial de 11-0 en cinco minutos encabezado, como no, por los dos referentes de los de Ponsarnau, el marcador se apretó con el 66-68 a falta de un minuto y medio. Sikma perdonó dos tiros libres que habrían dado alas a los suyos, y en la siguiente posesión un triple de Jared Jordan ponía a los suyos por delante por primera vez en toda la segunda mitad.

Por si al Iberostar le faltaba complicaciones, Richotti perdió el balón en la siguiente posesión, pero en el ataque del que dispusieron los locales para matar el partido Iarochevitch perdonó una clara ocasión bajo canasta que les dio vida. De nuevo, fue el argentino el que asumió la responsabilidad del último ataque, y logró forzar una falta de Grimau a falta de cinco segundos que le daba dos tiros libres. El primero entró, empatando el partido a 69, pero el segundo no lo hizo, y en los escasos instantes que quedaban Gipuzkoa no logró anotar. El choque se iba a la prórroga.

El tiempo extra mantuvo el despropósito ofensivo de ambos, por lo que los dos tiros libres de los que dispusieron Grimau y Jordan fueron un enorme balón de oxígeno para los suyos, que se pusieron con una ventaja de más de una posesión (73-69). Levi Rost apareció para anotar un triple balsámico que ponía a los suyos a un punto, pero eran los tiros libres los que se habían convertido en elemento decisivo. Abecrombie falló uno de los dos de los que disputos, pero no lo hizo Sikma que igualó el choque a 74 a falta de 1:20.

Richotti y Rost pudieron ganar el partido

Fue Sikma el que volvió a poner por delante a los suyos tras culminar un alley opp que le puso Úriz, pero Dani Díez hizo que la ventaja fuese efímera y volvió a poner las tablas en el electrónico (76-76). En la siguiente posesión, el base navarro cometió pasos, y dio a los locales la oportunidad de llevarse el partido en la última jugada. Alejandro Martínez optó por hacer falta a Jared Jordan, y el americano dio parte de razón a su decisión errando uno de los dos tiros libres. Ahora eran los aurinegros quienes tenían la última posesión para ganar.

Saúl Blanco fue quien recibió el balón, penetró, y se plantó a unos tres metros del aro con opción de culminar la penetración. Sin embargo, vio a Levi Rost abierto en la esquina y optó por cederle el último lanzamiento, pero el americano no estuvo acertado y el triunfo se quedó en Miribilla. De esta forma, los guipuzcoanos rompieron su mala racha y dan un paso de gigante de cara a la salvación, mientras que los aurinegros desperdiciaron una victoria que tenían en su mano, y se complican muchísimo la entrada en playoffs. El milagro de los de Ponsarnau, obligará a los de Alejandro a buscar otro en sus próximos cuatro partidos, pero lo cierto es que gran parte de las opciones de playoffs tinerfeñas se han quedado hoy en tierras donostiarras.