El Santiago Martín volverá a ser testigo de la visita de uno de los grandes equipos de España. El Valencia Basket, quinto clasificado con 18 victorias, llegará a tierras tinerfeñas con la intención de sumar un nuevo triunfo que le mantenga en la pelea por colarse entre los cuatro primeros y ser cabeza de serie en la primera ronda de playoffs. De caer, podrían ser alcanzados por Joventut y Laboral Kutxa y verse relegados a luchar por evitar caer hasta la séptima plaza.

Los valencianos llegan con una mala experiencia reciente en Canarias, pues en la pasada jornada cayeron derrotados ante el Herbalife Gran Canaria por 90-76 tras un festival de triples de los locales (15/30). Los amarillos rompieron de esta forma la racha de cuatro triunfos seguidos de los de Carles Durán, que llevaban un mes realmente bueno que les había aupado clasificatoriamente hablando. No obstante, nada pudieron hacer para detener el acierto grancanario.

Más allá del momento de forma del equipo, cabe destacar que el Valencia llega descansado. Al contrario que el Iberostar, que disputó el jueves el derbi canario que tenía pendiente, los de la costa mediterránea no han tenido que disputar ningún partido entre semana, y en vista de que los aurinegros tuvieron que luchar hasta el último segundo para lograr el triunfo puede que el aspecto físico sea un factor diferencial.

Los puntos están garantizados

Analizando a los valencianos, lo único que está claro es que el partido va a tener muchas canastas. Los de Durán son el tercer equipo que más anota de la liga (83,32 puntos por partido), pero son también el segundo que más encaja (79,32), lo que hará que el partido dependa en gran parte de la defensa que consigan hacer los de Alejandro Martínez. Pese a contar con buenos defensores como Pau Ribas, el Valencia tiene evidentes problemas para frenar a sus rivales, por lo que si los chicharreros consiguen reducir su cantidad de puntos habrán dado un paso importantísimo de cara a lograr el triunfo.

No obstante, evitar que los valencianos hagan puntos es una labor muy complicada. Sus porcentajes de acierto en toda clase de lanzamientos son extraordinarios, especialmente desde el triple, donde cuentan con muchas amenazas como Van Rossom, el propio Ribas, o Harangody. Sin embargo, son también un equipo bastante débil en el rebote, por lo que si el Iberostar logra castigar sus escasos fallos con transiciones rápidas logrará dominar el partido y ponerlo a su gusto. Es un rival complicado, pero desde luego los tinerfeños tienen armas para hacerles daño. Con todo lo que hay en juego y con el baloncesto que practican los dos equipos, no puede sino ser un gran partido.