Rodrigo San Miguel de la Iglesia, natural de Zaragoza es un jugador de 30 años que ha cumplido su primera campaña bajo las órdenes de Alejandro Martínez en el Iberostar Tenerife. Formado en las categorías inferiores del equipo de su tierra, el mítico CAI Zaragoza, llegó a jugar en LEB con dicho equipo durante la temporada 2003/2004. Posteriormente, daría un salto de calidad en su carrera y se marcharía a tierras castellanas para jugar con el por aquel entonces Fórum Filatélico Valladolid, alternando minutos con el primer equipo y minutos cedido a diferentes conjuntos de LEB 2.

En la temporada 2008/2009 decide poner rumbo a Cataluña para militar en las filas del Ricoh Manresa durante tres temporadas, dando el salto de calidad definitivo cuando en 2011 ficha por Valencia Basket, equipo con el que disputa la Eurocup teniendo bastante protagonismo junto con jugadores como Rafa Martínez o Víctor Claver. El 2013 es para San Miguel un año convulso, y tras un verano poco claro recala en Murcia, en un proyecto ambicioso, el de la Universidad Católica, en el que finalmente no se cumplieron los objetivos marcados, aunque parece ser que el equipo murciano ha recuperado la senda de la victoria. Por este motivo, el base maño decide apostar por un proyecto que comenzaba a consolidarse en la Liga Endesa, y que abogaba por un juego vistoso, que parecía hecho a medida para él. De esta manera, en septiembre de 2014, Rodrigo San Miguel aterriza en tierras insulares y maravilla a la afición del Santiago Martín.

Tras una temporada en la isla, el base zaragozano ha deslumbrado con su juego dinámico, en el que se ha entendido a la perfección con sus compañeros. A priori, su rol iba a ser el de ser el suplente del base vasco Ricardo Úriz, un conocido de la afición canarista muy consolidado en la categoría. Y así fue en un principio, pero San Miguel dejaba destellos de calidad en los pocos minutos que disputaba en el parqué de La Hamburguesa, por lo que Alejandro Martínez se vio obligado a alternar a sus bases, llegando finalmente a compartir a medias los minutos en pista con Úriz. De esta manera, los bases canaristas han sabido compenetrarse a la perfección, especialmente en la forma de jugar. Si Úriz aporta cordura, calma y táctica sobre el parqué, San Miguel apuesta por el juego más “loco” basado en el robo de balón en la primera línea y el contraataque, ambos necesarios en cualquier partido.

El maño promedió durante esta campaña 2014/2015 7.1 puntos, además de 2.1 rebotes y 3 asistencias para un total de 8.7 créditos de valoración en 20 minutos sobre el parqué. Ha sorprendido por su entrega y garra en los partidos, lo que le ha hecho ganarse la simpatía de la afición canarista, por lo que esperemos que siga deleitándonos con su juego muchas temporadas más.