Tras más de cinco meses de ausencia, Saúl Blanco volvió a disputar un partido oficial con el Iberostar Tenerife. Ya plenamente recuperado de la grave lesión que sufrió ante Fuenlabrada en la penúltima jornada de la temporada pasada, el alero ovetense se sintió jugador de baloncesto de nuevo, y disputó hasta 21 minutos en la derrota de los suyos ante Manresa. No obstante, tras tanto tiempo de ausencia, se notó que no pudo llegar a su 100%.

Saúl, caracterizado por su certero lanzamiento de media y larga distancia, no tuvo ni mucho menos un buen partido en la faceta de lanzamientos. Las ganas de volver a ser el de antes le hicieron asumir tiros que, si bien podía anotar sin problemas hace varios meses, le cuestan más ahora que está en un periodo de transición a las canchas. Las ganas que se le vieron son innegables, y seguramente sea mucho mejor verle así a verle muy cohibido y con miedo a una recaída, pero, como es habitual tras estos procesos, aún no está al nivel al que acostumbra.

Anotó cinco puntos tras meter dos de sus ocho lanzamientos

El propio técnico canarista, Txus Vidorreta, abordó este tema en sala de prensa: "Le he visto con chispa, pero igual le ha faltado un poco de paciencia en algunos lanzamientos que quizás todavía no puede asumir, pero dentro de unas semanas sí". No obstante, sí reconoció que su estado es óptimo y que, pese a todo, disputó un buen partido: "Si ha jugado 21 minutos es porque ha estado bien".

En el tiempo del que dispuso, Saúl anotó cinco puntos, capturó dos rebotes, repartió dos asistencias y robó un balón, pero su pobre 25% en tiros de campo le hizo quedarse en solo cuatro créditos de valoración. A partir de ahora, deberá seguir recuperando sensaciones para mejorar sus números y volver a ser el temible tirador que era antes de lesionarse.