Las complicaciones ofensivas del Iberostar Tenerife parecen ir a más a medida que pasan los partidos. Los de Vidorreta llevan semanas con problemas para acertar desde el tiro libre y desde el triple, y la segunda mitad del duelo ante el Barcelona fue un perfecto reflejo de su situación actual. Los chicharreros solo pudieron hacerle 64 puntos a los catalanes, lo que supone su anotación más baja en esta temporada, y agranda una herida que ya comienza a preocupar.

El dato de la segunda mitad fue más desolador aún, pues el cuadro canarista solo pudo sumar 28 puntos, unos números que no firmaba desde su visita a Andorra en marzo del pasado año. El gran problema, como ya viene siendo costumbre, estuvo en las porcentajes desde las líneas de 4,60 y 6,75. Con un 53% y un 20% respectivamente, ambos porcentajes impropios de un equipo de la Liga Endesa, es muy complicado hacerle puntos a equipos del nivel de los de Xavi Pascual.

El Iberostar no anotaba 28 puntos en una mitad desde la visita a Andorra el 14 de marzo de 2015

No obstante, esta cifra no es más que la culminación de una tendencia negativa que el Iberostar lleva arrastrando durante semanas. En la visita a Miribilla, solo el triple ganador de Davin White impidió a los tinerfeños acabar con 64 puntos, y los problemas para anotar desde fuera y desde la línea de personal comenzaron a hacerse notar desde el mes de diciembre. Vidorreta tiene ya claro cuál es el principal aspecto a corregir, pero a estas alturas se trata de una guerra más mental que táctica. Todo parece estar en la mente de sus jugadores.

Pese a los malos porcentajes, los chicharreros han demostrado ya que su velocidad de transición y la buena lectura de los cortes por parte de sus bases les hacen un equipo peligroso en ataque. Ante Valencia, su porcentaje de triples se quedó en un paupérrimo 17%, pero aún así  fueron capaces de hacerle 82 puntos al líder de la liga. Si consiguen corregir ligeramente su acierto, será un equipo más que temible. De no hacerlo, la cifra de 64 puntos podría encontrar pronto una sucesora como anotación más baja del año.