Los segundos cuartos en el Santiago Martín están comenzando a teñirse de aurinegro de una forma muy clara. Real Madrid y Laboral Kutxa, últimos en visitar el feudo canarista, han sufrido en primera persona como los de Vidorreta pasaron de equipo a huracán durante 10 minutos en los arrasaron con quien tenían en frente. Dio igual que los rivales fuese dos de los mejores equipos de España. El parcial, en ambos casos, fue insalvable.

En los dos partidos el primer cuarto sirvió para que ambos equipos, en un panorama de mucha igualdad, mostrasen sus armas y asestasen los primeros golpes. Fueron dos parciales muy igualados, que invitaban a imaginar un choque que no se decidiría hasta los últimos compases. De hecho, el planteamiento de Vidorreta fue muy similar en ambos casos. No obstante, tras la bocina que indicaba el fin del primer parcial todo cambió, y los tinerfeños borraron a su rival del mapa.

En el segundo cuarto el Iberostar se impuso por 33-18 y 28-8 a Real Madrid y Laboral Kutxa respectivamente

Jones anuló por completo a Bourousis, el hombre que más daño estaba haciendo, mientras el resto de la defensa seguía funcionando a base de constantes cambios, lo que permitió anular el ataque de los de Perasovic y dejarlos en solo ocho puntos. En ataque se desató un vendaval, y gracias al acierto exterior y a las penetraciones de Nico Richotti los aurinegros se fueron hasta los 28 puntos en los segundos 10 minutos. El clímax llegó en los segundos finales, en los que, con tres triples consecutivos, terminaron de agrandar el parcial y llevaron al marcador un 51-29 que dejaba todo visto para sentencia.

ACB Photo / Á. Pérez
ACB Photo / Á. Pérez

El 28-8 del domingo recordó inevitablemente al 33-18 que el Iberostar endosó al Real Madrid en su anterior duelo en el Santiago Martín, pues, aunque el duelo no quedó tan sentenciado al descanso, las formas fueron bastante similares. De hecho, en ambos encuentros la ventaja se amplió tras el descanso, y, aunque los de Vidorreta acabaron perdiendo el tercer y el cuarto cuarto, nunca dio la sensación de que la victoria se les pudiese escapar. Más que un partido diferente, el del domingo bien pudo ser un remake de la visita de los de Laso.

Estos dos triunfos contrastan mucho con los últimos que habían logrado los tinerfeños, pues durante un importante tramo de la temporada parecían abocados irremediablemente a finales apretados. Esta nueva forma de ganar, si bien menos emocionante, permite generar más ilusión aún, en parte por la entidad de los rivales, y el octavos puesto que ha alcanzado el equipo es un motivo más para ser optimistas. No obstante, no siempre las victorias van a ser tan cómodas, y más en un final de liga que promete muchas y muy fuertes emociones hasta la última jornada. El partido más por entrar en playoffs habrá que ganarlo sobre la bocina.

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Sobre el autor
Aitor Darias Oruezabala
Proyecto de periodista. Amante del fútbol desde pequeño y enamorado más tarde del baloncesto. De qué sirve vivirlo si no puedes contarlo.