El Iberostar Tenerife retorna a la senda de la victoria tras imponerse al Baloncesto Sevilla y sigue soñando con acabar la temporada regular entre los ocho primeros. Pese a que los andaluces llegaban en un brillante momento de forma, el cuadro de Vidorreta supo manejar todos los registros del juego, y a gracias a un brillante partido de todos los integrantes de la plantilla logró un cómodo triunfo que vuelve a ilusionar al Santiago Martín. A falta de los duelos de esta tarde, los playoffs vuelven a estar a un solo partido de distancia.

Atasco inicial

Los primeros compases del partido estuvieron marcados por el dominio de las defensas sobre los ataques. Las complicaciones para encontrar un tiro cómodo y las pérdidas forzadas generaron un inicio un tanto atípico, y de hecho el primer tiro a canasta tardó más de un minuto y medio en llegar. Ambos conjuntos tenían claro que no podían regalar nada.

El Iberostar, muy agresivo y con las ayudas muy atentas, generó muchos problemas a los andaluces, a los que les costó generar buenas situaciones de tiro, pero que encontraron en el rebote ofensivo un arma para anotar. En el otro lado de la pista, era Nico Richotti quien con sus asistencias y canastas trataba de echarse a su equipo a la espalda, pero los dos contra uno planteados por Casimiro le hicieron regalar varios balones. Al marcador, como no podía ser de otra manera, le costaba despegar.

La llegada de las rotaciones trajo buenas noticias para la grada del Santiago Martín, pues Davin White, que ya había realizado la rueda de calentamiento con el equipo, volvió al parquet tras tres semanas lesionado. Su recuperación se hizo evidente en sus primeras acciones, pues con el juego eléctrico y explosivo que le caracteriza logró sus primeros puntos y asistencias. Las dudas comenzaban a disiparse.

Los canaristas habían logrado abrir una pequeña brecha en el marcador, pero llegó entonces el momento de Scott Bamforth, que se encargó de firmar en solitario un parcial de 1-7 y devolver la igualdad al electrónico (14-13). Un pequeño arreón de los locales les permitió irse al final del primer cuarto mandando por cuatro puntos, pero daba la impresión de que ambos equipos aún estaban despertando. El encuentro aún tenía mucho que deparar.

La tradición de los segundos cuartos

Como ya hizo ante el Real Madrid y Laboral Kutxa, el Iberostar trató de romper el partido con un brillante segundo cuarto. Beirán se hizo amo y señor de los primeros minutos gracias a su capacidad para asistir y anotar tanto desde el poste bajo como en transición, y la vuelta a pista de Richotti permitió a los aurinegros mantener un ritmo de juego muy intenso y ampliar la ventaja. Los sevillanos, con muchos problemas para anotar y muy lentos en las transiciones defensivas,  no terminaban de encontrar su sitio.

Como colofón, los de Vidorreta recuperaron el acierto que parecía haber desaparecido en semanas anteriores, y la ventaja terminó de dispararse. Dos triples consecutivos de Richotti y San Miguel pusieron el 43-26, y una canasta inverosímil de Hanley a la media vuelta sobre la bocina de posesión terminó de llevar el delirio al Santiago Martín. Nachbar y Berni lograron dejar en solo 14 puntos la diferencia al descanso, pero la sensación de superioridad aurinegra era aplastante.

Reacción andaluza

En el tercer cuarto llegaron los mejores momentos de Sevilla en el partido. Los de Vidorreta, con un inicio muy sólido, habían logrado llevar de nuevo la diferencia hasta los 17 puntos, pero la irrupción de Ludvig Hakanson echó por tierra su ventaja. El sueco, espectacular desde el 6,75, firmó 12 puntos en el tercer periodo, y tras dejar la diferencia en solo siete puntos obligó al técnico vasco a parar el partido.

Hakanson se encargó de devolver a los andaluces al partido con un brillante tercer cuarto

Fueron los peores minutos de Iberostar en el partido, pues el ataque comenzó a perder fluidez, las situaciones de tiro fueron menos claras, y vivió momentos de cierto atasco ofensivo. Salva Arco dio algo de oxígeno a los suyos con dos buenas canastas, pero el acierto andaluz, esta vez en manos de Bamforth, impidió que el sufrimiento abandonara las gradas del Santiago Martín. Al final del tercer cuarto, los tinerfeños ganaban por ocho puntos, pero la incertidumbre sobrevolaba ya el parquet lagunero.

Victoria de equipo

Sin embargo, los chicharreros se encargaron de disipar todas las dudas recuperando el acierto que habían tenido en el segundo cuarto y rompiendo el partido por la vía rápida. La fortalez de Orila en la pintura convirtió el inicio del último periodo en un frenético intercambio de canastas, pero un excelente ejercicio coral aurinegro les permitió ir poco a poco ampliando su ventaja. Triples de Richotti y San Miguel, contraataques de Beirán, puntos de Jones en la pintura... El Iberostar volvió a funcionar como equipo, llevó la ventaja por encima de los 10 puntos y obligó a Casimiro a parar el partido.

Esta vez el tiempo muerto no surtió efecto, y la grada canarista pudo volver a disfrutar de un triunfo cómodo de los suyos. White, que se mueve como pez en el agua en los compases finales de los partidos, se encargó de dar tranquilidad al Santiago Martín y de confirmar su recuperación con dos triples, uno de ellos desde ocho metros, que ponían el +19 y garantizaban el triunfo. De esta forma, los aurinegros recuperan buenas sensaciones, y las esperanzas de colarse en playoffs vuelven a renacer. A falta de cuatro jornadas y con varios duelos directos por delante, todo puede pasar.