Sin demasiados alardes y sin desplegar su mejor versión, el Iberostar Tenerife derrotó a Obradoiro y se mantiene, aunque con muy pocas opciones, en la pelea por acabar la liga regular entre los ocho primeros. Tras una primera mitad bastante insulsa, especialmente en el segundo cuarto, los de Vidorreta hicieron valer su superioridad en la segunda para llevarse el encuentro de forma relativamente cómoda. Fue, como suele decirse, un día más en la oficina.

El aspecto del Santiago Martín, claramente condicionado por la fecha, horario, y la derrota en Murcia, no invitaba a esperar un choque frenético, y así fue. La salida de ambos equipos fue un tanto fría, y el marcador fue inflándose más a base de errores que de aciertos. No fue en absoluto una primera mitad para el recuerdo, y el 28-25 que reflejaba el electrónico era prueba suficiente de ello. No parecía haber nada en juego.

Una buena segunda parte fue suficiente para que el Iberostar lograse su 15ª victoria

No obstante, tras el descanso los aurinegros sufrieron un importante lavado de cara. Aunque les faltó algo de chispa para llegar a su mejor versión, comenzaron a marcar el ritmo, a mejorar su circulación, y consiguieron que se jugase a lo que querían. Gagic se estrenó ante su público con algunos detalles de calidad, San Miguel dinamizó los ataques canaristas con sus pases y penetraciones, Beirán aportó en la sombra, y Richotti y Abromaitis se encargaron de senteciar el choque con sus puntos. Sin ser brillantes, los chicharreros supieron ser eficaces y recuperar confianza y buenas sensaciones ante un rival que no opuso demasiada resistencia.

Tras el triunfo, las opciones de playoffs siguen estando ahí, pero de forma cada vez más remota. Para disputar la postemporada, los de Vidorreta tendrían que ganar los dos partidos que les quedan, uno de ellos en el Palau, y que UCAM Murcia no sume ningún triunfo en los suyos. Si bien parece complicado, la oportunidad de alcanzar la mejor clasificación de la historia del club es un logro nada desdeñable, un objetivo secundario que plantearse a la espera de que un fallo de los de Katsikaris aumente las esperanzas. Desde luego, el Iberostar demostró hoy que luchará hasta que el octavo puesto sea matemáticamente imposible.