Es ya algo habitual que Nico Richotti acabe las temporadas siendo uno de los hombres aurinegros más destacados, y esta reciente 2015/16 no es una excepción. El de Bahía Blanca es, indiscutiblemente, uno de los referentes del Iberostar dentro y fuera de las canchas, pues su juego, su capacidad de liderazgo, y su veteranía le han convertido prácticamente en el emblema del club. Tras una brillante temporada y su reciente renovación, parece que tiene aún mucho que ofrecer a las gradas del Santiago Martín.

Con 416 puntos en 32 partidos disputados, el escolta argentino ha firmado su temporada más anotadora en la élite del baloncesto nacional, superando solo por cuatro los 412 que consiguió en el 2014/15. Sus canastas le han hecho ser el jugador canarista más destacado en esta faceta, pero no es la única en la que ha brillado. Los números lo sitúan como el segundo máximo asistente, el que más balones ha recuperado, el que más faltas ha forzado, y el tercero en valoración. Son cifras que hablan a la perfección de la completa liga regular del sudamericano.

No obstante, el año acabó de manera muy agridulce para él, pues, cuando el equipo estaba metido de lleno en la lucha por los playoffs, una lesión le impidió jugar los dos últimos partidos. El argentino tuvo que vivir desde fuera cómo sus compañeros derrotaron al Bilbao en la penúltima jornada, y no pudo estar presente en el Palau en el decisivo partido que dejó a los chicharreros fuera de los ocho primeros puestos. Fue un amargo punto y final para una gran temporada.

Sin embargo, esto no hizo que se olvidasen sus excelentes aportaciones al equipo. Su encuentro más destacado fue el que midió a Iberostar y CAI Zaragoza en el Santiago Martín, en el que anotó 33 puntos, 15 de ellos en el último cuarto, para que el triunfo se quedase en el pabellón lagunero. Fue una auténtica exhibición de recursos, pero, sobre todo, de lanzamiento de tres, ya que el argentino anotó ocho de los 11 triples que intentó aquel domingo.

Ha sido, en resumen, una gran temporada de un gran líder en el parquet y en el vestuario. Con su juego, ya ha ayudado al club a ascender a la Liga Endesa, a conquistar la Copa del Príncipe, y a clasificarse para la Copa del Rey. Si continúa a este nivel, podría confirmarse como leyenda viva del Iberostar Tenerife si el equipo alcanza unos playoffs que ya rozó este año. Por difícil que sea la labor, con Nico Richotti a este nivel todo se vuelve un poco más sencillo.

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Sobre el autor
Aitor Darias Oruezabala
Proyecto de periodista. Amante del fútbol desde pequeño y enamorado más tarde del baloncesto. De qué sirve vivirlo si no puedes contarlo.