En su segunda temporada como jugador canarista, Javi Beirán ha terminado de explotar como una de las piezas clave del proyecto chicharrero. El madrileño ha firmado la mejor temporada de su carrera, y ha sido el aurinegro más destacado a lo largo de las 34 jornadas de la pasada Liga Endesa. Si hubiese que destacar un solo nombre de la plantilla, ese sería el suyo.

Con 14,6 créditos de valoración, el alero es el jugador del cuadro tinerfeño más destacado por la estadística gracias a su capacidad para aportar cosas al equipo en todos los registros del baloncesto: anotación, asistencias, rebotes, defensa… Esta última ha sido su faceta más destacada, pues, pese a sus escasos dos metros de altura, ha logrado que solo seis jugadores, todos ellos pívots, capturen más rebotes que él. Se trata, sin duda, de un jugador total.

No obstante, Beirán ya había demostrado ser un jugador muy completo la temporada pasada. La explosión que ha vivido este año, más que a factores de juego, se ha debido a su capacidad para asumir un rol más dominante en el juego. En determinadas ocasiones, como la visita del Gran Canaria al Santiago Martín, fue él el encargado de echarse al equipo a la espalda y levantarlo de situaciones que parecían críticas. Sus compañeros lo buscaban en momentos de incertidumbre, y él, con sus inteligentes cortes, sus triples, o su juego en el poste les agradecía dicha confianza. Por méritos propios, es ya, indiscutiblemente, uno de los líderes del conjunto tinerfeño.

Sin embargo, su influencia en el juego ha ido mucho más allá de sus incontables recursos para anotar. Beirán ha logrado hacer algo que está al alcance de muy pocos jugadores: firmar brillantes actuaciones sin necesidad de brillar en la faceta ofensiva. Sin ir más lejos, ante Laboral Kutxa se fue hasta los 19 puntos de valoración tras anotar tan solo tres canastas de dos, y, como caso extremo, ante Río Natura Mombus llegó hasta los 11 créditos a pesar de no haber anotado una sola canasta.

Las especulaciones sobre su futuro no se hicieron de rogar tras su espectacular temporada, pero el madrileño las apartó rápidamente renovando su contrato con el Iberostar y reflejando muchas ganas de arrancar el ilusionante próximo curso. El Santiago Martín disfrutará al menos otro año de su dominio del juego, su sacrificio y sus exhibiciones sobre el parquet. Si continúa con esta progresión, quién sabe dónde podría acabar la temporada que viene.

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Sobre el autor
Aitor Darias Oruezabala
Proyecto de periodista. Amante del fútbol desde pequeño y enamorado más tarde del baloncesto. De qué sirve vivirlo si no puedes contarlo.